NoticiaEn los Medios De educación y modales, por Rafael J. Pérez Foto de Yan Krukau Publicado: 27/09/2024: 1928 El Alféizar «Educación y buenos modales abren puertas principales»; esta expresión la escuchaba a mi abuelo Rafael. Es posible que la hayas escuchado en alguna ocasión. De niño, pensé que era una llave secreta para acceder a determinadas personas y ambientes. Con el paso del tiempo lo compruebas y confirmas. También ves que no siempre sería sinónimo de autenticidad, sino de hipocresía; en definitiva, de arma manipuladora para llegar donde algunos quieren. En otras ocasiones, directamente ves que no se utiliza ni la buena educación ni los buenos modos, todo lo contrario: la mala educación y malos modales priman para pisotear, alcanzar, dirigir. También para atender. Indigna, especialmente, cuando las víctimas son nuestros mayores creando un ambiente irrespirable, emocionalmente de alta tensión y generando temor o desconcierto. No es de recibo que a nuestros ancianos se les falte el respeto, por mucha dificultad de atención o concentración que tengan. Todos tenemos días, pero no derecho a tratar mal, por ejemplo, a quien se desplaza a un sitio solo para hacer alguna gestión, porque no tiene a nadie que le acompañe o directamente expiran sus últimos días de autonomía y lo hace para no encerrarse en casa. ¿Hacia dónde caminamos donde la población de canes superará la de niños y la de ancianos, con cierta frecuencia es maltratada, sin ir muy lejos con la brecha digital? Solo Dios sabe a qué edad llegaremos, pero mientras andamos por esta tierra a todos nos vendría bien tratarnos con educación y buenos modales. Una sociedad que arrincona, también en el trato, a sus mayores está tocada de muerte. ¿Qué les queda a ancianos y ancianas que se ven descabalgados de la sociedad y apenas les queda la televisión, que no rechista, pero escupe permanentemente malas noticias o insultos? Nuestro cariño y atención; nuestra educación y comprensión. Artículo publicado en la sección de OPINIÓN del DIARIO SUR