NoticiaFamilia Las personas mayores centran la Jornada por la Vida 2017 Publicado: 24/03/2017: 11790 Este sábado, 25 de marzo, se ha celebrado la Jornada por la Vida con el lema “La luz de la fe ilumina el atardecer de la Vida”. Por ello, junto a las palabras del papa Francisco en las que anima y alienta a la sociedad a cuidar de sus mayores, rescatamos testimonios de personas que en el atardecer de sus vidas, están tan activos e implicados como en el amanecer. «La vida hay que tomársela en serio hasta el final» «Hay mayores con 18 años y hay jóvenes con 89. La idea del mayor hay que cambiarla y ver la actitud física y mental de cada uno», explica una de las personas que nos ofrece su testimonio. Son muchos los mayores que se ocupan y se preocupan de otros mayores de manera altruista y dando lo mejor de sí. En palabras del papa Francisco «gracias a los progresos de la medicina la vida se ha prolongado: ¡pero la sociedad no se ha “prolongado” a la vida! El número de los ancianos se ha multiplicado, pero nuestras sociedades no se han organizado suficientemente para hacerles lugar a ellos, con justo respeto y concreta consideración por su fragilidad y su dignidad. Mientras somos jóvenes, tenemos la tendencia a ignorar la vejez, como si fuera una enfermedad que hay que tener lejos; luego cuando nos volvemos ancianos, especialmente si somos pobres, estamos enfermos, estamos solos, experimentamos las lagunas de una sociedad programada sobre la eficacia, que en consecuencia, ignora a los ancianos. Y los ancianos son una riqueza, no se pueden ignorar». Y recordó las palabras de Benedicto XVI cuando al visitar una casa para ancianos dijo: “La calidad de una sociedad, quisiera decir de una civilización, se juzga también por cómo se trata a los ancianos y por el lugar que se les reserva en la vida en común”. Francisco explicó que ciertamente «la atención a los ancianos hace la diferencia de una civilización. ¿En una civilización hay atención al anciano? ¿Hay lugar para el anciano? Esta civilización seguirá adelante porque sabe respetar la sabiduría, la sabiduría de los ancianos. Una civilización en donde no hay lugar para los ancianos, en la que son descartados porque crean problemas... es una sociedad que lleva consigo el virus de la muerte». Por este motivo, rescatamos testimonios de personas de nuestra Diócesis que muestran cómo se puede seguir activo, colaborar y ayudar con ilusión sin importar la edad». Experiencia de servicio Muestra de ello son el matrimonio formado por Luis y Luisa, que llevan 48 años casados, tienen 3 hijos y 7 nietos. Tras prácticamente toda su vida formando parte de los Equipos de Nuestra Señora (ENS) ahora están centrados en un proyecto llamado “Siempre ENS”. Luis explica que «nos han encargado que coordinemos y organicemos a aquellos miembros de los Equipos que, por diversos motivos han dejado de estar activos, bien porque quedaron viudos o por otras circunstancias. Nosotros nos encargamos de acompañar a estas personas, para tener charlas de formación, celebrar la Eucaristía, etc. En definitiva, motivarlas para incorporarlas otra vez a la actividad de los Equipos, con una filosofía distinta, pero sin perder la esencia de los Equipos de Nuestra Señora. En este momento seremos entre 40 y 50 personas, e intentamos volver a los valores que vivimos pero que hay que revitalizar, para hacer Iglesia, todo ello con una dinámica de alegría, compromiso, conocimiento y amistad». «Tengo muy presente la parábola de los talentos, tenemos que responder ante los talentos que el Señor nos ha dado, y si te ha dado el talento de participar, comunicar, estar activo y dinámico, lo tienes que poner al servicio de los demás y comprometerte. Creo que en la sociedad actual los cristianos tenemos que dar un paso al frente y estar en el compromiso diario. A veces hemos estado demasiado escondidos y debemos estar en la calle. Tenemos que escuchar al papa Francisco y aplicar muchas de las cosas que dice en nuestra vida diaria» añade. «Los mayores no son seres humanos que hay que archivar y mantener con nostalgia. Yo creo que el concepto mayor es muy amplio, hay mayores con18 años y hay jóvenes con 89. La idea del mayor hay que cambiarla y ver la actitud física y mental de cada uno. La sociedad actual, sin las personas de más de 65 no funcionaría. No solo para ayudar a los jóvenes, sino porque hay gente muy creativa, muy diligente y con una fuerza brutal que mueve muchos resortes de la sociedad actual. El conocimiento, la experiencia y la fuerza que tenemos no se puede despreciar en nuestra sociedad actual y menos entre nosotros, los cristianos». Nueva vida tras la jubilación Otro ejemplo de cómo estar más activo que nunca e implicado en la comunidad a pesar de estar jubilado es Francisco Salcedo «yo era ingeniero de caminos, y después de una vida vertiginosa de obra en obra y de país en país con mi mujer, Lucía, (con la que llevo 42 años casado y mis tres hijos) cuando me jubilé mi mujer me dijo que iba siendo hora de hacer algo. Cuando le respondí: “pero si llevo toda mi vida trabajando”, ella me contestó: “ahora es el momento de hacer algo por las personas”. Desde entonces no paro, de lunes a viernes voy por la mañana a las Hermanitas de los Pobres. Colaboro con la terapeuta ocupacional que se encarga de los que necesitan ayuda, los que van en silla, para hacer con ellos una serie de dinámicas. Yo soy el que los baja y los sube, les doy paseos y les hago compañía. Las tardes las dedico a estudiar Teología, que es lo que siempre he querido estudiar, ya estoy en tercero». Además, explica Francisco «la vida hay que tomársela enserio hasta el final, tanto la vida de los demás como la vida propia, es decir, no vale jubilarse y apearse de la vida como si mi vida fuera muy interesante dentro de mi profesión, o he ganado mucho dinero y ahora voy a hacer muchos viajes, pues tampoco. Con la edad, lo mejor es dedicarse a los demás y mientras más indefensos sean, mejor, es decir a los que no cuentan para nadie, a ellos son a los que te tienes que dedicar. A los que solo cuentan para el Señor. Dedícate a ellos y allí le encontrarás plenamente».