El acto de apertura del 125 aniversario tuvo lugar en la capilla de la comunidad «con una secilla celebración, en la mañana del 20 de febrero, en la que hemos dado comienzo a este tiempo de gracia, que durará hasta el próximo 9 de noviembre», explican desde la congregación.

En dicho acto estuvo presente la comunidad de religiosas Nuestra Señora de la Victoria, una representación de la comunidad educativa y varias autoridades civiles como el alcalde de Antequera, Manuel Jesús Barón, y las tenientes de alcalde Ana Cebrián y Elena Mª Melero.

«Internet ha hecho posible que todos pudiéramos participar en esta celebración de apertura y que nos unniéramos aún más como familia», añaden desde la congregación. 

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La Superiora General. Madre Joaquina González, abrió el acto con estas palabras: «Con alegría, confiando en que esta sea una oportunidad para todos y cada uno de acercarnos más al Señor, que tanto nos quiere, anunciamos solemnemente la apertura del 125 aniversario del Paso de Madre Carmen a la Vida Eterna. Demos gracias a Dios».

¿Por qué el 20 de febrero?

«El 20 de febrero de 1885 y el de 1889 fueron dos días de gozo y alegría en el convento de La Victoria porque Madre Carmen, junto con las primeras hermanas, hicieron su profesión religiosa. Por medio de los votos de pobreza, castidad y obediencia, prometieron seguir al Señor, le consagraron su vida, confiando plenamente en que Él iría marcando el camino. En sus corazones, el deseo de una entrega total y definitiva, hasta el final», explican las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones.

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Con la apertura de este tiempo de fiesta «queremos remarcar esa entrega hasta el final. Madre Carmen vivió plenamente las pequeñas cosas que le presentaba la vida con sencillez, fidelidad al Señor y entrega hasta el detalle a los demás. Así, merece la pena vivir la vida y es que la vida de Madre Carmen se abre ante nuestro mundo como una continua llamada a la esperanza: “Confío en Dios que de todo me sacará en paz”», explican. 

Y lanzan esta invitación: «para ti y para mí esta vida es una invitación, un modelo y ejemplo a seguir que llena de gozo y esperanza el corazón. ¿Te atreves a vivir como Madre Carmen? Comencemos con ella este peregrinar en la esperanza».

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