9 de julio. «Estamos viviendo nuestro primer día en El Aaiún y lo comenzamos con el rezo de Laudes en comunidad, un tiempo de oración personal y el desayuno, que todo es necesario», explica Daniel Gutiérrez.

«Después hemos celebrado la Eucaristía dominical en la Catedral de San Francisco de Asís. Ha sido una celebración preciosa en dos idiomas: francés e inglés. La comunidad con la que hemos compartido procedía de distintos puntos de África, y del resto del mundo, unos eran estudiantes, otros migrantes, otros visitantes... toda una experiencia de comunión. Y tras la Misa nos han presentado a la comunidad con la que hemos dialogado pues, a pesar de las dificultades lingüísticas… ¡nos hemos entendido la mar de bien!», destaca Daniel. 

Por la tarde, tras el almuerzo, «compartimos videoconferencia con el Arzobispo de Rabat, Cristóbal López, quien nos presentó una visión general de la Iglesia en el Norte de África, destacando que es "una Iglesia minúscula, insignificante, pero significativa”. También tuvimos tiempo para pasear por la parte antigua de la ciudad, y terminamos compartiendo un té (momento muy especial del día para ellos) con un amigo de la comunidad religiosa. Ha sido un día maravilloso», concluye. 

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