Cientos de seglares de diversos movimientos y asociaciones de la diócesis participaron en la celebración de la Eucaristía, en la que el Sr. Obispo explicó, en su homilía, que «en la Iglesia hay muchos carismas, pero todos bebemos de la misma fuente y cumplimos cada uno una misión».

En palabras de monseñor Catalá, «el Espíritu hace a los apóstoles hablar un mismo "lenguaje", el de la comunión» y peoseguía, «si uno no hace su misión, no la hará nadie, porque el Espíritu nos ha suscitado una misión para el bien común». «Ésta es la fiesta de la unidad eclesial». «El Señor no quiere que pensemos y hagamos todos lo mismo, pero sí que nos sintamos cada vez más Iglesia Universal y diocesana», en este sentido, el obispo ha alertado de la tentación de querer prescindir de la Iglesia diocesana, pues «siendo Iglesia diocesana, somos Iglesia universal».

«La solemnidad de Pentecostés, en este Jubileo de la Misericordia, nos llama, como nos han recordado los obispos en su mensaje para este día, a ser testigos en primera persona de la Misericordia. Estamos llamados a vivirla y dar testimonio de ella, cada uno en su ambiente» y «las asociaciones y movimientos a los que pertenecéis deben ser también transmisores de la misericordia, ser un lugar donde cualquiera pueda encontrar misericordia. Que sean oasis de misericordia», concluía.

Por la tarde, a las 19.45 horas, se clausurará el Tiempo Pascual en la Catedral, con el canto de las segundas vísperas.

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