CVX es una Asociación internacional pública de fieles con tres rasgos:

Personal: es necesario descubrir, a través de los Ejercicios, que CVX es tu vocación particular en la Iglesia, tu modo particular de seguir a Jesucristo y trabajar con él para hacer realidad el reinado de Dios.

Ignaciano: nuestro carisma es esencialmente apostólico. Consideramos los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola como la fuente característica de nuestra espiritualidad, la cual nos abre y nos dispone a cualquier deseo de Dios en cada situación concreta de nuestra vida diaria.

Comunitario: cada miembro de la CVX pertenece, en primer lugar, a la Comunidad Mundial, y esto se explicita a través de una Comunidad Local (y no al revés). La función de la comunidad es básicamente la de acompañar en el discernimiento a propósito de la misión y, en consecuencia, compartir esa misión en la vida familiar, profesional, social, política, cultural y eclesial.

La finalidad de este encuentro nacional es reconocer y sentir que es el Señor el que nos ha invitado, desde nuestra última Asamblea Mundial de Nairobi 2003, a trabajar en su misión como cuerpo apostólico ignaciano y laical, reflexionando y orando sobre cómo articular ese cuerpo, cómo proceder, cuál puede ser nuestro modo de gobierno. Es también la propia Iglesia la que nos invita y recomienda en el Concilio Vaticano II a que los laicos trabajemos unidos, a la manera de un cuerpo orgánico, de forma que se manifieste mejor la comunidad de la Iglesia y resulte más eficaz el apostolado.

Teo Galache (comité ejecutivo de CVX-España)