NoticiaOpinión La vida y sus alegrías Publicado: 12/12/2022: 12410 El Alféizar Te convoco a disfrutar de las pequeñas alegrías que la vida ofrece, a descansar en el silencio, a valorar lo que de bueno hay a tu alrededor. Te propongo que te atrevas a disfrutar y sorprender la verdad sin fisuras, esa que otorga la alegría, incluso, para el lugar de la herida. Tengo la sensación que podríamos vivir mejor si valorásemos lo pequeño, lo sencillo, la verdad. Esa verdad que otorga sentido último a lo que hacemos y genera alegría profunda, serena y permanente. Es necesario reflexionar sobre la alegría privada y públicamente, aunque no sea políticamente correcto. Es más, urge. Ante la inminente celebración del nacimiento de Cristo, la liturgia católica de Adviento celebró ayer el domingo de la alegría. Hagamos extensivo ese domingo a la semana, al menos. O a las fiestas de Navidad, que es lo suyo. En un mundo con graves problemas, en una sociedad con serias dificultades y entre corazones insatisfechos abordar el sentido de la vida resulta incluso escalofriante. Quizá por eso haya quien prefiera vivir en su madriguera, nido o matorral al abrigo de cualquier brisa que aliviase su malvivir. Hay quien, en este reparto de papeles, que voluntariamente toma, prefiere ser profeta de calamidades y, por decreto, derogar la alegría en su vida. El altísimo índice de suicidios, el importante nivel de depresiones o la preocupante falta de sentido vital en muchas personas delata que algo está fallando. La gente solloza desde el alba. Cada vida es un misterio. Y habrá vidas que necesiten ayuda profesional, pero en todo esto de vivir sanamente hay una clave importante: cómo decidimos vivir. A tiempo y destiempo. En cómo nos desposeemos de lo superficial y valoramos lo genuinamente humano. En el sentido que otorgamos a la vida y sus alegrías.