NoticiaEl santo de la semana Beato Marcos Criado, misionero en La Alpujarra Detalle del cuadro del beato Marcos Criado que se venera en la parroquia de Santa Ana, en Guadix Publicado: 25/09/2021: 10186 Uno de los beatos cuya fiesta se celebra el 25 de septiembre nos toca de cerca pues su martirio tuvo lugar en la vecina provincia de Granada, concretamente en la localidad de La Peza, en la Alpujarra, que pertenece a la diócesis de Guadix. Nació en Andújar en 1522 a cuyo convento de trinitarios acudía con asiduidad. Al morir su madre, la Virgen le comunicó en sueños que debía entrar en la orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos (trinitarios) a lo que él accedió. Tras varios destinos en conventos de Jaén, fue enviado a evangelizar a los numerosos moriscos que habitaban en la zona de La Alpujarra. Su misión, llevar la palabra de Dios con el espíritu trinitario que “nunca es la espada sino la palabra y la fe”. Aún así, en numerosas ocasiones sufrió todo tipo de ataques violentos: apaleado, atado a un árbol durante días, amarrado a la cola de un caballo y arrastrado por los caminos... En 1568 hubo un gran levantamiento de los moriscos que mataron al párroco de La Peza. Marcos ocupó su lugar y al año siguiente fue apresado, apaleado y atado a una encina boca abajo. Al cabo de un día entero seguía cantando salmos y palabras de perdón, por lo que lo apedrearon. A los tres días, para confirmar su muerte, le sacaron el corazón. Málaga trinitaria En la diócesis malagueña, hasta el momento de su cierre por la desamortización de Mendizábal en 1835, hubo siete conventos trinitarios entre las ramas de calzados y descalzos. Los calzados fueron: Marbella (1486), Málaga (1491), Coín (1505) , Ronda (1607). Por otra parte, los trinitarios descalzos fundaron en Ronda (1607), Antequera (1637) y Málaga (1651). Actualmente, están presentes en Antequera, donde se establecieron en 1987 y donde viven tres religiosos, y en Málaga, en la parroquias de la barriada de La Palmilla en la capital, adonde llegaron en 1992 y donde trabajan otros tres. De acuerdo a su vocación de redención de cautivos, su servicio ha estado siempre ligado a la Pastoral Penitenciaria donde uno de sus miembros, Andrés González, es delegado episcopal. Atienden los centros penitenciarios de Málaga y Archidona y, desde la Fundación Prolibertas, ayudan a la reinserción de ex reclusos. En las parroquias de Málaga, además, su trabajo va muy unido al de Cáritas debido a las particularidades de la feligresía que atienden.