¿Cómo recuerda la Semana Santa de 2019, que pregonó y que ha resultado ser la última que hemos vivido hasta ahora con procesiones en la calle?
Cuando empecé a escribir el pregón sentí como si me trasladara junto a Jesús y recorriera con Él su semana de pasión en la ciudad de Marbella. Mi pregón estaba basado en un cuento que escuchaba un pequeño discapacitado narrado por su madre. Para mí ha sido la Semana Santa más espiritual que he vivido hasta ahora. Y aprendí, como digo en el preámbulo, que las almas vacías navegan sin rumbo lo que las deja a merced de las mareas y vientos. Y como conclusión final me abrió los ojos saber que la resurrección no son muertos vivientes sino un salto hacia la eternidad donde solo hay misericordia y paz.

¿Qué siente un cristian como tú un Domingo de Ramos?
Cuando pienso en el Domingo de Ramos pienso en la sonrisa de Jesús, rodeado de los pequeños de la ciudad. Pienso que los adultos nunca tenemos que perder esa inocencia con la que crecimos. Y que ese rostro bondadoso de Jesús es el que tenemos que imitar durante toda nuestra vida.

¿Y en ausencia de procesiones?
La ausencia de procesiones me ha permitido vivir la Semana Santa con pausa, respirando profundamente, sin prisas y siendo consciente del momento histórico de pandemia que nos ha tocado. Pienso que la Iglesia no puede ser el problema ni la solución de este mal mundial pero sí puede ser el consuelo para los que lo necesiten. Tenemos que ser un ejemplo de comportamiento para no propagar el virus.

¿Con qué ilusión encara esta Semana Santa?
Esta Semana Santa del 2021 va a ser para nosotros muy especial. Estamos preparando una puesta en escena maravillosa para Viernes Santo. Soledad y Yacente estarán en el Altar Mayor. Los hermanos podrán venir a la iglesia con sus túnicas e irán pasando en grupos de 6 ó de 4, según el decreto del momento, con distancias de seguridad y acompañados por la organización para hacer un recorrido dentro del Templo. El aforo será el permitido y en la entrada evitaremos aglomeraciones ordenando a los hermanos en filas y grupos burbuja. Este acto será único e histórico por eso especial también.

¿Qué invita a hacer a los lectores para no dejar pasar este tiempo?
Le diría a los lectores que en la adversidad se aprende más que en la bonanza y que empaticen con los que están sufriendo, que son muchos. Que pongan su granito de arena en doblegar esta situación demostrando que somos solidarios, educados y caritativos. Que no dejen escapar el momento donde los mejores sobresalen. Los mejores son los que aman al otro, al desconocido, los que lloran cuando alguien lejano sufre. Así has de ser y serás de los mejores.

¿Qué ha demostrado la religiosidad popular en este tiempo?
Cáritas es un claro ejemplo de lo que la religiosidad popular es capaz de hacer. "Obras son amores, que no buenas razones". Hablar de cómo hay que actuar no es la solución y Caritas no habla, actúa, y sin hacer publicidad. Qué buen ejemplo. Cáritas se nutre de la religiosidad popular, que nunca decaiga, que sigamos siendo el ejemplo, que sigamos los pasos de Jesús.