NoticiaEn los Medios PÉREZ PALLARÉS. Serenidad, gracias Publicado: 08/07/2020: 16040 EL ALFÉIZAR. DIARIO SUR Es ocasión propicia para la relajación el tiempo del estío. Aunque, con la que está cayendo, más de un corazón ande revuelto. Es normal. Entre una cosa y otra, la gente está inquieta. No hablamos de caprichos: hablamos de trabajo, salud y amor. A modo de canción o poema, que cada cual elija lo que más le guste, estas palabras resumen el estado de la ciudadanía. La seguridad en el trabajo está cuestionada porque no sabemos en qué va a terminar la cosa entre desempleo, ERTE y ERE. La seguridad en materia de salud también se tambalea porque aún no tenemos vacuna para el coronavirus y en tema afectivo tampoco la cosa está muy fina porque muchas familias se han roto o están a punto de hacerlo a causa del estrés al que están siendo sometidas. Puestas así las cosas, comprendiendo que no somos ajenos a la realidad que vivimos, vivir el momento presente y hacerlo desde una cordial serenidad no vendría mal. Y escribo cordial, por aquello de que cordial procede del latín cordialis, relativo al corazón y que aplicado al área de los sentimientos adquiere el significado de afectuoso. Sí, abonar una afectuosa serenidad sería un antídoto para esta pandemia que no sabemos cuánto tiempo quedará instalada en nuestras vidas. Una serenidad que brote de lo profundo del ser, que sugiera que las cosas no siempre tienen porqué ir necesariamente a peor, que valore positivamente cada pequeño logro, que entienda que los profetas de calamidades conducen por la senda de la muerte, que asuma la propia realidad como la mejor manera de afrontar el futuro que, por cierto, no sabemos si llegará. La serenidad, además, si se alía con la paciencia omnipotente, a la manera que retrata la Sagrada Escritura el corazón de Dios, se fortalece de una manera inusitada. Es malo, muy malo, creerse héroe cuando eres un mortal más. Pésimo. Pero igual de malo es hundirse en el paso del tiempo porque no se consiga aquí y ahora lo que se necesita. Aprendamos de la naturaleza, lenta y certera en sus tiempos.