NoticiaMisiones Malagueños en el encuentro de quienes conforman las delegaciones de misiones en toda España Publicado: 04/03/2024: 2796 OMP Miembros de la Delegación Diocesana de Misiones de Málaga han participado en el encuentro de empleados y voluntarios de las delegaciones de misiones que ha organizado Obras Misionales Pontificias bajo el tema “La Oración, Primera Obra Misional”. Más de un centenar de participantes ha reunido este encuentro de quienes, en la Iglesia española, colaboran en la animación y cooperación con la misión. En la mañana del miércoles 28 de febrero, tras la inauguración del encuentro por parte del director nacional de las Obras Misionales Pontificias, José María Calderón, el obispo de Segovia y presidente en funciones de la Comisión Episcopal de Misiones, Mons. César Franco, intervino con la conferencia que llevaba el mismo nombre que las jornadas: “La Oración, Primera Obra Misional”. En ella hizo un recorrido por las grandes vocaciones misioneras que “han salido siempre de un encuentro personal con Dios, en la oración”. Desde la Delegación de Málaga cuentan que, «parafraseando al papa Francisco, recordaba la frase de San Juan Crisóstomo –llamado "boca de oro" por su predicación– “si realmente viviéramos el Evangelio no se necesitaría predicar”. Siguió el testimonio de Carlota Valenzuela, influencer y aventurera, una joven que peregrinó andando desde Finisterre hasta Jerusalén, que conmovió por su autenticidad al relatar cómo la oración había cambiado su vida». Por la tarde fue el turno de tres testimonios misioneros: «Caridad García Sánchez, de las Hijas de Jesús, jesuitinas, misionera durante la mitad de su vida en Bolivia y Brasil, que volvió a España el pasado junio. “El estar con Él en sus hermanos” o el orar y “rezar la vida”, fueron algunos de los mensajes», destacan los enviados desde Málaga. «En la misma línea habló el sacerdote diocesano de Getafe Pablo Fernández Martos, que también acaba de volver tras 10 años de misión en Chile, en la diócesis de Villarrica. "En el corazón de Cristo están todos", decía. Ambos agradecieron la labor que, desde la “retaguardia”, hace que la misión sea posible: la de las personas que llevan adelante la animación misionera en España. Tras ellos habló Carmen Paniagua responsable de Enfermos Misioneros en Madrid, que ilustró, también con el testimonio de Loli, una enferma misionera, cómo el enfermo puede ser testigo e instrumento de la misión, y cómo puede ser portador de esperanza para otros enfermos, familiares y personas que le acompañan». Para finalizar la jornada tuvo lugar la reunión por grupos, en la que el eje del diálogo fue, según nos relatan desde la Delegación de Misiones de Málaga, «por un lado, tomar conciencia de la ingente labor que ya se realiza en las delegaciones de misiones por hacer que la misión, las misiones y los misioneros estén presentes en la vida de cada diócesis, parroquia y comunidad cristiana; y, por otro, reflexionar sobre nuevas formas de potenciar esta labor». La jornada concluyó con la Eucaristía, poniendo ante el Señor las intenciones de todos los presentes en torno a la misión. Al día siguiente comenzó la jornada con Laudes y Eucaristía. Se pusieron en común las aportaciones de la reunión de grupos, y se tuvo una mesa redonda en torno a la Jornada del Misionero Diocesano. «Una celebración que en muchas diócesis aúna la cercanía a los misioneros con una jornada de especial oración en familia. Se verá la celebración desde tres perspectivas: desde la de un misionero que ha vuelto, con el testimonio de José Luis Ruiz, del IEME, misionero en Zimbabue; desde la de una delegada de misiones que la prepara, con Maite Domínguez, de Burgos; y, finalmente, desde la perspectiva de una familia de una misionera, con Coro Díaz Tortonda, voluntaria de la Delegación de Misiones de Mérida-Badajoz, y ella misma protagonista de varias experiencias misioneras. El encuentro concluía con diversas informaciones técnicas y prácticas en torno a la labor de las delegaciones de misiones y de las Obras Misionales Pontificias». La jornada terminó con las palabras y la bendición del arzobispo emérito de Toledo, Mons. Braulio Rodríguez, presente durante este encuentro.