NoticiaCamino Neocatecumenal Comienzan las catequesis de adultos del Camino Neocatecumenal Boceto del rostro del Señor pintado por Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal Publicado: 11/10/2017: 26007 El lunes 16 de octubre comenzaron las charlas iniciales del Camino Neocatecumenal, en las siguientes parroquias y horarios. Tendrán lugar los lunes y jueves, a las 21.00 horas, en las parroquias de San Patricio, Purísima Concepción, San Antonio María Claret y San Antonio de Padua en Málaga capital. También los lunes y jueves, pero a las 20.30 horas, se darán en Ntra. Sra. del Carmen y Ntra. Sra. de Fátima de Málaga, Cristo Resucitado de Torremolinos y San Francisco Javier de Melilla. La parroquia de San José de Estepona, por su parte, ha previsto que comiencen a las 20.45 horas. El Camino Neocatecumenal se inició en 1964 entre los pobres de las chabolas de Palomeras Altas, en Madrid, por obra de Francisco (Kiko) Argüello y de Carmen Hernández, que, a petición de los mismos pobres con los que vivían, comenzaron a anunciarles el Evangelio de Jesucristo. Con el paso del tiempo, este kerygma se concretó en una síntesis catequética, fundada en la tríada "palabra de Dios-liturgia-comunidad", que trata de llevar a las personas a una comunión fraterna y a una fe madura. Esta nueva experiencia catequética, surgida en la línea de la renovación suscitada por el concilio ecuménico Vaticano II, fue acogida de forma positiva por el entonces arzobispo de Madrid, monseñor Casimiro Morcillo, el cual estimuló a los iniciadores del Camino a difundirla en las parroquias que lo solicitaran. Esta experiencia de evangelización se difundió gradualmente en la archidiócesis de Madrid y en otras diócesis españolas y de todo el mundo. Actualmente está presente en 125 países y cuenta con 1,5 millones de participantes. El Camino Neocatecumenal se pone al servicio de los obispos y de los párrocos como itinerario de redescubrimiento del bautismo y de formación permanente en la fe, propuesto a los fieles que deseen reavivar en su vida la riqueza de la iniciación cristiana, recorriendo este camino de conversión y catequesis. Como escribió San Juan Pablo II, en ese proceso también puede servir de ayuda importante "una catequesis posbautismal a modo de catecumenado, que vuelva a proponer algunos elementos del "Ritual de la iniciación cristiana de adultos", destinados a hacer captar y vivir las inmensas y extraordinarias riquezas y responsabilidades del bautismo ya recibido" (Christifideles laici, 61).