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«Sonrisas y lágrimas» por Rafael J. Pérez

Publicado: 10/08/2012: 952

La televisión ofrece lo que los intereses de la cadena de turno consideran oportuno. La televisión no es una ONG y por eso con frecuencia vemos cómo determinados programas de altísima calidad por su producción o contenidos humanos o culturales se van al garete por falta de audiencia o bien son relegados a altísimas horas de la madrugada donde comparten horario con gurús, adivinos y echadores de cartas.

Cuando un programa consigue emocionar, consigue tocar la fibra sensible de la audiencia y muestra una realidad cercana a la gente, tiene éxito. Cuando un programa combina sonrisas y lágrimas consigue la cuadratura del círculo. Lástima que gran parte de la audiencia, no siempre sabia en sus demandas, marque el destino de la programación en televisión. 

Otras veces será la inteligencia del programador y la dirección la que consiga hacer atractivo un programa que inicialmente estaría condenado al olvido. Y eso ocurre en todas las materias incluida la religiosa o cultural.  Baste como botón de muestra el premio que ha recibido "La respuesta está en la historia" por parte de la Academia de Televisión.

Autor: Rafael J. Pérez, Director de la Oficina de Prensa

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