En 1932 se unió a la Conferencia de San Vicente de Paúl de su ciudad como un compromiso social desde su fe cristiana. Poco después, sería nombrado presidente de la Juventud de Acción Católica de la archidiócesis de Trento. En 1942 se casó y, al año siguiente, nació su hijo Albert.

En septiembre de 1943, su región fue ocupada por el ejército alemán, obligando a sus habitantes, en contra del derecho internacional, a alistarse en las SS. Tras un periodo inicial de instrucción, llegó el día de jurar lealtad a Hitler en nombre de Dios, a lo que Josef se negó «por que mi fe y mi conciencia no me lo permiten». Un amigo suyo se lo reprochó alegando que Dios no querría que dejara una viuda y un huérfano, a lo que él respondió: «Si nadie tiene el coraje de decirles que no está de acuerdo con sus puntos de vista nacionalsocialistas, entonces nada cambiará».

Fue condenado a muerte y enviado en un tren al campo de concentración de Dachau pero moriría antes de llegar debido a la disentería. Su cadáver apareció con un rosario y el Evangelio entre las manos.

El cristianismo, la religión más perseguida en el mundo

La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) acaba de hacer público el último informe sobre libertad religiosa en el mundo en el que se constata que la libertad religiosa está en grave retroceso a nivel mundial. Una de cada tres personas en el planeta vive en países donde no la hay. El grupo más perseguido son los cristianos: 646 millones de cristianos viven en países donde no se respeta la libertad religiosa mientras que el 27% de los cristianos vive en un ambiente donde esta es gravemente atacada. El caso del beato Josef Mayr-Nusser no es algo del pasado, pues muchos, hoy, siguen teniendo que jugarse la vida por defender su fe. 

El director de ACN, Javier Menéndez Ros, ha señalado, asimismo,  que también en los países occidentales hay un retroceso en el derecho a la libertad religiosa: «existe una “persecución educada” de la que ha hablado el papa Franciso, que pretende apartar a la religión en el ámbito público, siguiendo una ideología laicista mal intencionada y especialmente contraria al cristianismo».