NoticiaCoronavirus En Álora: «Somos testigos de que al virus se le puede vencer» Publicado: 17/04/2020: 30091 CRISIS CORONAVIRUS Tomás Suárez es el director de la Residencia Virgen de Flores, en Álora, una obra de la Iglesia de Málaga en la que residen actualmente 40 personas mayores. En el programa El Espejo de COPE de este viernes, Tomás ha relatado cómo ha sido la incidencia del Covid-19 desde que fuera detectado el primer caso el mes pasado, que ha segado la vida de tres residentes, pero que actualmente «está controlado». «Las personas mayores que han vivido de todo nos enseñan que todas las cosas se pueden superar con esfuerzo, con ganas y, como no, con la ayuda de Dios, claro» Puedes escuchar aquí el fragmento de El Espejo con la entrevista a Tomás Suárez. Según el director de la residencia Virgen de Flores, las medidas de aislamiento se llevaron a cabo en cuanto se tuvo conocimiento del problema: «pedimos que no viniera ni la familia, ni ningún tipo de visita, porque esta es una casa muy abierta, donde tenemos acuerdos con el instituto, con los colegios, con las instituciones del pueblo...». Cuando empezaron a caer enfermos los primeros residentes, «empezamos con las medidas preventivas de aislamiento si presentaban síntomas, de toma de temperatura y creamos una zona donde apartarlos del resto», señala. A pesar de que la enfermedad ha causado tres fallecimientos en la casa, «gracias a Dios –afirma Suárez–, ahora mismo la situación están mucho más tranquila y hemos conseguido erradicar la incidencia del virus. Hemos podido hacer los test rápidos que nos han mandado y tenemos a varios abuelos que les habían dado el alta, porque ya hacía mucho tiempo que no tenían síntomas, y que hemos comprobado que han tenido el Covid-19 y lo han superado, es decir que al virus también se le puede vencer. Parece que a la persona mayor que le toca el virus ya no lo supera, y hemos visto en algunos casos como aquí que hay algunos que lo han superado». Frente al sensacionalismo con el que algunos medios tratan la información sobre la incidencia del virus en las residencias de ancianos, Tomás afirma, emocionado «nos gustan los grandes titulares, lo que yo puedo decir es que detrás hay mucho trabajo y mucho esfuerzo y mucha gente dando lo mejor que tienen, entre ellos yo, por ejemplo, pero muchos más. El personal ha dado un salto cualitativo de entrega y de capacidad impresionante». Además, recuerda que «el pueblo de Álora se ha volcado con nosotros a todos los niveles. Nos han facilitado guantes, mascarillas, productos de limpieza, ayuda económica, etc. Desde el alcalde, que ha estado aquí en la residencia interesándose por nuestra situación, a todas las instituciones del pueblo, todas las cofradías... Como anécdota, dos personas mayores tocaron el timbre el otro día y me dijeron: "no tengo nada que darte, pero esto al menos...". Y me dieron una caja de guantes. Luego, el apoyo moral de la gente animándonos, ofreciéndose como voluntarios para hacernos la intendencia y para ayudarnos en todos los sentidos» El responsable de la residencia aloreña ha relatado en El Espejo cómo afecta a los mayores la situación de aislamiento: «Imagina a una persona con un deterioro cognitivo, encerrado en una habitación sin saber por qué, y que a las únicas personas que ve entrar van con mascarillas por lo que no las puede identificar. Aunque hemos hecho paseos controlados a estas personas les está costando más de lo que podría ser normal. Después están los abuelos que están cognitivamente bien, que a lo mejor ni siquiera han tenido el virus y luego están los que están deprimidos porque antes teníamos muchas actividades, bingo, películas… y ahora no tienen la visita del familiar o del niño del instituto que venía a verlos y están algo aburridos. Nosotros intentamos ponerle al mal tiempo buena cara. Entretenerlos, hacer actividades, pero es difícil. Están deseando que acabe esto». A pesar de que la experiencia es difícil, las personas mayores tienen siempre una palabra de aliento, desde su sabiduría. Como señala Suárez, «muchos no recuerdan haber vivido una experiencia tan fuerte como esta, pero a pesar de ello, nos dicen: “esto lo pasamos”, “esto lo superamos”, “con esto podemos”… Es la experiencia del ser humano que ha vivido de todo y que sabe que todas las cosas se pueden superar con esfuerzo, con ganas y, como no, con la ayuda de Dios, claro». La residencia Virgen de Flores La historia de la residencia Virgen de Flores de Álora «es la historia de cómo la Iglesia funciona en muchos lugares apartados, en muchos lugares poco significativos como los núcleos pequeños, los núcleos rurales», señala su director. «Aquí llegó en los años 50 una mujer, Laura Aguirre (la Señorita Laura como se le conoce popularmente), en una misión popular. Ella tiene una intuición y crea un lugar donde niñas menores sin familia puedan estudiar y, a partir de ahí, ella crea lo que se llamaba antiguamente un orfanato. Con el tiempo, empezó a acoger también a personas mayores. Cuando ella fallece, en el año 1986, viene una congregación religiosa especializada en personas mayores, pero después de un tiempo, por falta de vocaciones, se tienen que marchar. Y es entonces cuando aparecemos nosotros, la Fundación Vida Abundante, con Caritas detrás y ese es un poco la historia resumida de esta pequeña gran obra de la Diócesis de Málaga», concluye Tomás Suárez. Escucha aquí el programa completo de El Espejo de este viernes 17-04-2020