NoticiaPatrimonio El patrimonio de la Iglesia al servicio de la sociedad Publicado: 08/08/2012: 10637 • La provincia de Málaga cuenta con numerosas zonas de expansión sin parroquia cercana La fotografía que ilustra el cartel de la colecta Pro Templos pertenece a la parroquia de Aljaima, una pedanía de Cártama. Su estado actual es prácticamente ruinoso. Tanto, que los técnicos barajan la posibilidad de demolerla ante la cantidad de deficiencias que presenta. En un estado también muy precario se encuentran templos como el de Alhaurín el Grande, debido a un corrimiento del terreno, o el de San José Obrero, en Carranque. Según el ecónomo diocesano, Luis López de Sebastián, la diócesis "realiza un gran esfuerzo para mantener el patrimonio, pero no podemos llegar a cubrir todas las necesidades. A veces, no llegamos ni siquiera a cubrir los gastos básicos de mantenimiento de los edificios y ofrecer los servicios mínimos para su funcionamiento". Este fin de semana se realizará en todas las parroquias la colecta Pro Templos. El importe que se recaude irá destinado a la construcción y rehabilitación de templos.Las diferentes localidades españolas cuentan con templos que suponen una importante riqueza monumental. De hecho, se encuentran entre los monumentos más visitados en los pueblos al pertenecer al patrimonio histórico-artístico de la Iglesia. Un patrimonio que genera beneficios millonarios en la industria turística, principal motor económico de la provincia, pero cuyo sostenimiento corresponde a la comunidad cristiana, ya que las ayudas públicas son escasas. Este año sólo se han recibido ayudas de la Oficina de Rehabilitación del Centro Histórico de Málaga (como reciben tantos otros edificios del casco antiguo) para la restauración de San Felipe Neri. Pero alguna que otra ayuda ya apalabrada por otras administraciones se ha retirado a última hora. A día de hoy no hay confirmación de que se vaya a recibir un solo euro público. CRECER COMO IGLESIA Como señala el ecónomo diocesano, Luis López de Sebastián, «hay que insistir en la necesidad de crecer como Iglesia. De tomar conciencia de pertenencia y de responsabilidad. La Iglesia no es 'de los curas': es de todos. Los seglares somos tan responsables de la proclamación del Evangelio como los sacerdotes. Ellos tienen el servicio de presidir pero todos el de evangelizar». En su opinión, también se debe «dedicar nuestro tiempo, conocimientos, habilidades y dinero para atender las necesidades de la Iglesia. Es un camino difícil porque la historia no ha favorecido esta línea pero es ineludible el dirigir nuestros pasos por esta senda». Autor: Antonio Moreno