NoticiaReligiosas María Teresa Martín : «Llevamos 60 años al servicio de las periferias de Málaga» María Teresa, segunda por la derecha, junto a algunas de sus hermanas de comunidad Publicado: 09/03/2020: 11955 Las Misioneras del Divino Maestro celebran el 75 aniversario de su fundación y el 60 de su llegada a Málaga. María Teresa Martín Hernández (Madrid, 1943), superiora de la comunidad presente en la barriada Tiro Pichón, afirma que «ser Misionera del Divino Maestro es mi ADN». ¿Cuál es el carisma de la congregación? Las Misioneras del Divino Maestro fuimos fundadas en 1945, por Madre Soledad Rodríguez y D. Francisco Blanco Nájera que más tarde fue nombrado obispo de Orense. Nacimos al calor de las palabras fecundas de Jesús Maestro, del Divino Maestro: el Evangelio es anunciado a los pobres. La evangelización de los pobres por medio de la enseñanza, y la educación de los niños y los obreros en las periferias de las ciudades es la idea fundamental de nuestra congregación. Somos y queremos ser comunidad evangelizada y evangelizadora al servicio de Dios y de la Iglesia. Desde mi experiencia, mi forma auténtica e histórica de ser cristiana y de existir cristianamente y de ser Iglesia es ser Misionera del Divino Maestro, es mi ADN. 75 años de vida de la congregación y 60 de presencia en Málaga, ¿cuál es su misión aquí? Estamos en la barriada Tiro Pichón, desde hace 60 años, un barrio que ha evolucionado mucho en este tiempo. Cuando llegamos, las pocas casas que había no tenían agua potable ni luz. Entre el años 59 y el 60 se construyó la parroquia de la Sagrada Familia y el Colegio de las Misioneras del Divino Maestro, que están pared con pared. Siempre hemos vivido como una más del barrio y de la parroquia. Hoy día, nuestra comunidad sigue caminando con el mismo espíritu, haciendo vida el carisma de nuestra congregación: llevar la luz del Evangelio y el fuego del amor de Jesucristo a los pobres desde la docencia, en las periferias de las ciudades. ¿Cuántas hermanas formáis la comunidad? Ahora mismo somos seis, el pasado mes de noviembre falleció una hermana que ha dejado un reguero de virtud y buen hacer entre las gentes del barrio. De estas seis hermanas, dos estamos activas en el colegio, que ya es de titularidad de la Fundación Victoria. Una sigue siendo la directora. Las otras 4 hermanas jubiladas atendemos la portería del centro educativo, con la acogida y la sencillez que nos caracteriza, atendemos a las familias, ofrecemos apoyo escolar a los alumnos y, sobre todo, atendemos al oratorio, que es mi debilidad. Para mí, es una acción pastoral de las más gratificantes, es ayudar a los niños en el despertar religioso. Y así seguimos llevando a la docencia el carisma de nuestra congregación: llevar la luz del Evangelio y el fuego del amor de Jesucristo a los pobres. Este domingo, 8 de marzo, comienzan los actos de celebración de ese año jubilar. ¿Cómo lo van a celebrar en Málaga? Sí, lo celebramos todas juntas en Baza, donde comenzó la fundación, pero iremos celebrando por las distintas ciudades y en Málaga, por supuesto que también. Compartiremos nuestra alegría con toda la familia educativa del colegio, con la actual y con los antiguos alumnos. Queremos celebrar una Eucaristía de Acción de Gracias, a la que invitaremos a nuestro querido Sr. Obispo. También habrá celebraciones con los más pequeños, que están preparando un musical sobre la vida del fundador. Y también queremos invitar a nuestro actos a los sacerdotes de esta parroquia de la Sagrada Familia (Damián Ramírez y Rafael López) y a los padres pasionistas de la parroquia de Santa María Goretti, que han sido nuestros capellanes mucho tiempo; y con todos los que quieran unirse a nuestra alegría. Este domingo es también el Día Internacional de la Mujer. ¿Cómo ve usted el papel de la mujer hoy en día dentro de la Iglesia? Yo comulgo con la Iglesia, con el sentir de la Iglesia y con las pinceladas que va dando el papa Francisco, estoy totalmente de acuerdo con él. Es cierto que es súper importante el papel de las mujeres en la Iglesia para transmitir la fe, recordemos que las mujeres fueron las primeras testigos de la Resurrección del Señor. En mi opinión, la mujer no quiere protagonismo en la Iglesia, sino el lugar que se merece. Creo que es una cuestión abierta todavía pero no es fruto del feminismo actual ni de las modas, sino que, como dice el papa Francisco, es «un derecho de bautizada con los carismas y dones que el Espíritu le ha dado».