Uno de los hijos de esta familia quería jugar con la figura del niño Jesús que sus padres tenían en su dormitorio. Como era una imagen delicada, los padres no le dejaban y, ante la insistencia del niño por querer "jugar con Jesús", comenzaron a buscar en el mercado alguna imagen que pudiera satisfacerle. Tras recorrer multitud de tiendas y rebuscar en internet, se dieron cuenta de que no existía nada por el estilo.

¿CÓMO COMPRARLO?

Así que se pusieron manos a la obra para llevarlo a cabo ellos. Lo diseñaron, buscaron un fabricante y surgió el simpático peluche que se puede encontrar, por ejemplo, en las librerías religiosas de la capital. También se puede comprar por internet desde su página web: www.jesusitodemivida.com.

Una excelente iniciativa para ayudar a los niños a establecer una relación de amistad con Jesús y un instrumento excelente para colaborar con los padres en la transmisión de la fe a sus hijos. Un soplo de aire fresco para un mercado como el de los juguetes en el que, lamentablemente, abundan cada vez más los muñecos monstruosos que están remitiendo a los niños, desde su más tierna infancia a la fealdad y a la oscuridad en lugar de a la belleza y a la luz.