«De pronto te ves confinado en casa. No te han bloqueado la puerta pero te han prohibido la salida; no han tapiado las ventanas pero te han robado el paisaje... Una mano invisible ha echado la llave, un brazo poderoso ha corrido las cortinas, ocultando ladinamente su rostro, confundido con un anónimo fantasma con ínfulas de realeza: corona virus... Todos hemos sufrido el aislamiento: no porque no pudiéramos salir de la vivienda sino porque no podíamos recibir en el hogar a nadie a quien abrazar. Las cuatro paredes, quizás multiplicadas como una colmena humana, se han blindado en un color oscuro, evitando la luz natural y dejando entrar solo el juego virtual de las pantallas, que han invadido los recitos más íntimos: solo el móvil o la tablet han trasparentado la verdad del mensaje del cariño. Las máscaras de la ausencia han bailado ante nosotros...», así comienza el autor, Alfonso Crespo, la obra, cuya edición en papel se ha agotado, pero que se puede consultar y bajar en este enlace. 

Y es que, «cuando falta la presencia, la escritura puede ser una salida. Y a ella he recurrido con entusiasmo, quizás con más amor de pastor que pericia de escritor», reconoce el autor, quien ofrece cinco relatos cortos y dos reflexiones en este tiempo de pandemia.