Inés es la primera hija de este matrimonio que ya tiene dos niños de 5 y 3 años, Théo y Mikel. «Todo ha ido estupendamente en el parto. Ya me encontraba en la semana 39 de embarazo y, aunque estaba preocupada por el coronavirus y cómo podría afectar, el personal del Materno nos ha dado mucha confianza y nos han tratado muy bien. Me ha resultado muy curioso que en Urgencias solo estábamos las madres que íbamos a dar a luz», afirma Isabel, quien añade que «hace un mes igual me hubiera preocupado de otras cosas, pero ahora solo me preocupaba que estuviésemos bien. Cuando he visto su carita, he sentido un alivio inmenso».

Entre tanta alegría, por el nacimiento de su hija, echan de menos no poder ver a la familia hasta que no cabe el confinamiento, así que la celebración del nacimiento de Inés habrá que aplazarla. «Mi marido es francés y mi suegra no ha podido venir de Francia para conocer a la nieta pero, gracias a las nuevas tecnologías, al poco de nacer, ya la estaban viendo sus abuelos por videollamada. Es lo más duro, no poder tener a la familia cerca, pero hay que ser responsables», asegura Inés. 

Isabel ha estado este último mes de baja por el embarazo, pero «nunca pensé vivir todo esto. La verdad es que los niños llevan el confinamiento muy bien porque para ellos es tiempo que pasan con los papis. Echan de menos el cole y los amigos, pero se portan muy bien en casa y están disfrutando de nosotros. Mi marido es médico y ha seguido trabajando este tiempo, pero también lo han disfrutado más», afirma Isabel. 

A pesar del dolor y la tragedia que estamos viviendo en nuestro mundo, esta pandemia también está sacando lo mejor de nosotros e Isabel destaca «la generosidad y preocupación de unos hacia otros, incluso somos más agradecidos».