¿Siguen emitiendo en directo los domingos?

Así es, seguimos emitiendo la Misa en directo todos los domingos, desde que estoy yo hace 14 años nunca se ha parado. Este domingo ha sido el programa más visto. Hay muchas personas que lo están esperando más que nunca al no poder asistir a sus propias parroquias. Los sacerdotes seguimos celebramos en privado, y muchos están retransmitiendo sus misas en streaming, pero es verdad que tenemos muchos seguidores porque los años que llevamos somos una referencia en la Misa del domingo. Aquí en Madrid el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, celebra y emite por Youtube todos los días a las 19.00 horas.

¿Podemos decir que la Misa se emite en la televisión estatal porque es un auténtico servicio público?

Totalmente,  somos un servicio público porque son muchas las personas que la demandan y en este tiempo especialmente, se pone de manifiesto. Mucha gente que no nos ve, porque va a sus parroquias o porque no suele ir a Misa nos tiene un cariño especial, porque nos han visto en momentos muy difíciles de sus vidas, cuando su padre o su madre estaban enfermos y les han pedido ver la Misa en TVE, y eso se queda grabado para siempre en sus corazones, por eso incluso aún no siendo creyentes nos tienen un cariño especial.

¿Cómo lleva ser el cura de la tele?

Pues muy bien, me conoce mucha gente sorprendentemente porque salgo poco en antena, pero me reconocen incluso por la voz. Muchas personas te conoce por la calle y la mayoría te da las gracias. El último día antes del confinamiento fui a comprar unas cosas y el dependiente me reconoció. Es una satisfacción, ver que sirve y se reconoce lo que uno hace, porque a veces como sacerdote tienes dudas y piensas: ¿yo qué hago en la tele? Pero cuando ves que la gente te valora y les haces bien, te sientes reconfortado.

¿Cómo podemos vivir este tiempo tan especial?

Estamos viviendo un momento extraordinariamente bonito para los cristianos. Es duro y difícil no poder asistir a la Eucaristía, pero también se puede vivir con una intensidad especial esta Cuaresma. Recordemos cuando nos preparábamos para recibir la primera comunión, pues este tiempo nos tiene que servir para prepararnos para cuando podamos recibir de nuevo el sacramento de la Eucaristía. Por ello, debemos prepararnos y disfrutarlo, porque ese tiempo llegará y después de la cruz vendrá la Resurrección y volveremos a recibir al Señor con muchísima alegría. No tienen la última palabra el sufrimiento y el dolor, la última palabra la tiene la Resurrección. Pensemos que es un tiempo bonito para vivirlo con mucha intensidad. Disponemos de más tiempo para dedicárselo a Él, y reflexionar sobre lo poca cosa que somos, lo vulnerables que somos y lo necesitados que estamos de su ayuda. Nos tiene que servir para valorar los sacramentos, que cuando los tenemos tan fáciles puede que los valoremos menos. Estamos viviendo un tiempo de gracia, no lo olvidemos.