✔ Fortalece los huesos y dientes: los rayos ultravioleta ayudan a producir vitamina D en la piel.

✔ Estimula la inmunidad. Se ha visto que el sol es capaz de aumentar el número de glóbulos blancos o linfocitos, las células encargadas de la primera defensa frente a la infección.

✔ Equilibra el colesterol. las personas que viven en climas soleados presentan menos incidencia de enfermedades cardiovasculares.

✔ Disminuye la presión sanguínea. El sol provoca una vasodilatación de los vasos sanguíneos.

✔ Protege frente a la aparición de diferentes tipos de cáncer: Recientes estudios han encontrado que la luz solar ayuda a proteger no sólo del cáncer de mama y colon, también frente a otros tumores como el de ovario, vejiga, útero, estómago, linfomas y próstata.

✔ Ahuyenta la depresión. Parece que bajo la luz del sol es más fácil ver el lado positivo de la vida y se aleja el cansancio, la depresión y el estrés.

✔ Mejora la calidad de sueño.

ENEMIGO

Pero podemos convertir al sol en nuestro peor enemigo si no tenemos en consideración los efectos perniciosos de la radiación ultravioleta y su relación con el cáncer de piel. Para que esto no ocurra te invito a seguir los siguientes consejos:

• Utilizar ropa adecuada que proteja de la exposición directa.

• Los sombreros y las gafas de sol ayudan a que el sol no nos dañe.

• Cuando vayas a exponerte al sol siempre utiliza crema con al menos 30 de factor de protección, o de 50 si eres un niño o tienes la piel sensible. Deberás aplicártela 20 minutos antes de exponerte.

• Debes evitar el sol del mediodía. En los días nublados el sol sigue siendo lo mismo de perjudicial y peligroso, si se toma sin moderación.

• No pares de hidratarte y permanece en la sombra todo el tiempo que puedas. Si somos prudentes el sol será nuestro gran aliado este verano.