Como las propias hermanas explican, «corría el año de 1585 cuando el 17 de febrero se fundaba en Málaga la comunidad de Carmelitas Descalzas de la mano de san Juan de la Cruz y bajo la advocación de san José. Hacía poco más de dos años que santa Teresa había muerto, cuando el Padre Gracián vino a Málaga a la fundación de los padres carmelitas y ya entonces Dña. Ana de Pacheco, dama principal de la ciudad, esposa de D. Pedro Verdugo, proveedor de las armadas reales, habló con el padre Gracián sobre la posibilidad de que vinieran también a Málaga las madres carmelitas, a las que había conocido probablemente en Granada, prometiéndole ayuda económica y la aprobación del obispo de la diócesis D. Francisco Pacheco (del que era pariente) y que dio gustoso la licencia el 6 de diciembre de 1584».

Cuando Fr. Juan de la Cruz fundó este convento mandó escribir en el acta de fundación, entre otras cosas: «Fundóse en pobreza sin ningún arrimo temporal. Sea Dios servido de conservarle en ella hasta la consumación del siglo, para que se goce en las riquezas eternas para siempre con Dios. Amén». Y como ellas mismas explican «Dios le tomó la palabra, la comunidad ha sido muy probada y ha pasado las mayores vicisitudes. Pero Dios hiere y venda la herida, en cada uno de los avatares que la comunidad ha sufrido, ha habido personas buenas y comunidades hermanas que nos han ayudado y la las que siempre les quedaremos agradecidas». En estos 430 años de vida varias veces han salido monjas de la comunidad para distintas fundaciones dentro y fuera de la Diócesis: Córdoba, Sanlúcar de Barrameda, Vélez-Málaga, Ronda y Tordesillas han sido algunos de estos lugares. Esta comunidad de Carmelitas Descalzas de Málaga pertenece a la Federación Virgen del Carmen desde su fundación. Formas para la Eucaristía, escapularios o restauración de imágenes son las tareas a las que se dedican las hermanas y que se pueden adquirir en el torno.