Es el evento más importante del año para los jóvenes, «ya que lo convoca el propio obispo», afirma María Arias, miembro de la Delegación de Juventud. Pero además, «este año es la primera vez, desde que se realizan estos encuentros, que viajamos a Melilla para celebrarlo. Ha sido un deseo expreso de D. Jesús y toda la Delegación está muy ilusionada en que salga bien y en que todos los jóvenes puedan vivir una experiencia inolvidable. Es verdad que un encuentro de este tipo supone mucho trabajo y esfuerzo por parte de todos los que organizamos, pero también sabemos que son experiencias que nos animan a seguir apostando por la Pastoral Juvenil y a seguir llevando el mensaje de Jesús a todos los rincones», asegura María. Son ya 28 los encuentros de Juventud que se han vivido en diversos lugares de la Diócesis y bajo diversas temáticas. Este año, el proceso de organización ha sido un poco más complicado por el hecho de tener que trasladarse hasta el lugar en barco. Pese a todo, en palabras de María, «hemos contado con una gran disponibilidad y colaboración por parte de Melilla, del vicario, los sacerdotes, los jóvenes y las autoridades de la Ciudad Autónoma».

«Se han volcado con nosotros, han modificado los horarios de las parroquias para que, de alguna manera, también los feligreses pudieran estar con los jóvenes, especialmente en la Eucaristía del sábado por la tarde que celebramos en la Plaza de las Culturas», concluye María. «Melilla se merecía que fuésemos a celebrar este encuentro. Desde el principio todos nos han acogido maravillosamente, y creo que para la ciudad y los feligreses es un momento de alegría y de acción de gracias».