Un nuevo espacio para el arte en Málaga que alberga las obras más importantes del pintor expresionista, entre ellas, la colección que donó en su día a la diócesis malagueña. El edificio es parte del convento de la Orden mercedaria. Ocupa el lugar de la escuela que las madres gestionaron de 1903 a 1988. «Los últimos años era ya sólo guardería, pero tuvimos que cerrarla porque dos hermanas se pusieron enfermas y las demás nos tuvimos que dedicar a atenderlas», señala la superiora.

Tras el abandono de la actividad docente, esa parte del edificio se encontraba en muy malas condiciones, por lo que la elección de Jorge Rando para establecer ahí su museo ha sido visto por las madres mercedarias como una tabla de salvación. La Fundación del propio pintor que gestiona esta nueva apuesta cultural se ha encargado de la rehabilitación completa del edificio, así como de la restauración de la capilla del monasterio en la que se celebra misa todos los días, a las 8,30 de la mañana, gracias al servicio que prestan los padres Reparadores, de la parroquia de San Antonio de Padua. «El Señor nos ha mostrado su generosidad. Se ve la mano palpable de la Divina Providencia. Se cerró en su día la puerta del colegio y ahora se vuelve a abrir otra. Es una oportunidad para dar a conocer la obra Mercedaria y seguir manteniendo el contacto de la orden con el barrio tras la pérdida del colegio. Todos los días rezamos por nuestros bienhechores».