Los misioneros españoles nos siguen escribiendo sobre la situación de Filipinas. En cuestión de semanas nos han sacudido varias calamidades que han causado destrucción y muerte. Hemos tenido más de 2000 temblores – nos dice Jesús Galindo- y por último el tifón Yolanda que todos saben el desastre que ha creado. Y allí está junto a ellos.

El misionero Mateo Goldaraz, capuchino, nos dice que están en todas las islas y trabajan a través de dos agencias de ayuda: Principalmente el “Capuchin Medical Mission” y así mismo las misioneras Mejicanas y Filipinas nos dicen que gracias a Dios están allí junto a los damnificados y a los muertos: «Aquí estamos a pié del cañón ayudando y llevando a estos hermanos el consuelo de Jesús resucitado». Y también la misionera Sagrario Llorente nos cuenta la desolación que están viviendo miles de personas, familias, huérfanos… Allí está junto a ellos.

Para los misioneros el estar allí en Filipinas junto a la gente que sufren es un privilegio. De nuevo nos dan un ejemplo de abnegación y entrega generosa a los más desgraciados. Los misioneros siguen estando siempre al pie del cañón.