¿Cómo está viviendo estos días previos a la Jornada Mariana del 26 de mayo?

Ya os podéis imaginar con la previsión de asistencia que tenemos, con algunos nervios propios de la importante efeméride que se avecina.

¿Servirá para acrecentar el amor de los malagueños a María?

No me cabe ninguna duda de que va a servir para expresarle a nuestra Virgen de la Victoria el amor que se le tiene en nuestra Diócesis.

También será un signo muy bonito de unidad, de comunión de las distinas cofradías en torno a María.

No nos ha sorprendido lo más mínimo que todas las imágenes de María Coronada se hayan querido sumar a esta celebración única que estamos conmemorando con motivo del 150 aniversario de su nombramiento como patrona principal de la Diocesis de Málaga y del 75 aniversario de su coronación en el Parque de Málaga. El día de la Magna tendremos la oportunidad todos los malagueños de disfrutar la celebración de alabanza a Santa María de la Victoria.

Vendrá gente de todos los puntos de España...

Las previsiones que tenemos por medio de los servicios policiales, demanda de sillas, presencia anunciada de visitantes y la posibilidad de poder contemplar todas las imágenes coronadas en sus tronos procesionales son únicas, ojalá tengamos un día esplendido como merece este acto.

Y después de la Magna, ¿qué?

Despues de esto, vuelta de nuestra Sagrada Titular a su Santuario. Ha sido un mes extraordinario en el que hemos celebrado hasta un solemne besamanos, cosa que no es muy frecuente, por el celo que tenemos con la imagen.

Personalmente ¿qué ha significado?

Para mí significa un gran honor haber podido contemplar estos actos, haber vivido en primera persona esta fantástica efeméride. Esto no es tarea de una sola persona, es tarea de un equipo, de una hermandad, animados por su Obispo, que ha sido fundamental en esta aventura. Metiendo todos el hombro a un solo toque de campana, permítame la comparación tan cofrade.

¿Qué tiene la Virgen de la Victoria que no tenga otra advocación?

La Virgen es solo una, la Virgen María, la madre de Jesús de Nazaret, que en Málaga es venerada como patrona bajo la advocación de Virgen de la Victoria. Es una imagen bellísima, cargada de historia, que significa mucho para nosotros. Es la misma que nos dejaron los Reyes Católicos allá por 1487, la que nos ha cuidado siempre y la que lo seguirá haciendo. Particularmente intento transmitirle a mis hijos y nietos esta devoción por Santa María de la Victoria y creo que lo voy consiguiendo.