Vida Diocesana

Caicara del Orinoco: la expresión misionera de nuestra Diócesis

Publicado: 17/12/2013: 1905

¡Qué suerte poder visitar nuestra misión diocesana! El P. Manuel Lozano vino a recogerme a Caracas. Un viaje largo hasta llegar a orillas del río Orinoco. Allí nos tocaba entrar en una Chalana, una barcaza, con el coche y todo y cruzar el río Orinoco. Se te ponen los vellos de punta. Un río impresionante. Eran las cinco y media de la tarde y la naturaleza nos deleitó con una maravillosa puesta de sol.

Y finalmente llegamos a la misión. Enseguida comenzamos la Eucaristía. Curiosamente era el día 3 de diciembre y hacía 27 años que P. Manuel Lozano llegaba a Venezuela junto con los pp. José Pulido Ropero y Agustín Zambrana para hacerse cargo de la Misión de Caicara del Orinoco. Una eucaristía festiva y misionera. Allí comencé a sentir la alegría de la misión. Estaban los tres padres: Manolo Lozano, Juan Manuel Barreiros y Juan de Jesús Báez y el Padre Venezolano Alexander Gamarra. Nos fuimos a cenar juntos y compartir en fraternidad.

Al día siguiente salimos para la parroquia de Juan Manuel.

UNA PRESENCIA SENCILLA EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS

Después de un viaje por la sabana llegamos a la misión de Morichalito, donde es párroco Juan Manuel Barreiro. Al llegar no había ni luz ni agua. Da igual, estamos en una misión de frontera. Mucho calor del tiempo y del humano. Nos fuimos a hacer una oración a las minas de bauxita. Era la fiesta de Santa Bárbara. Una sencilla oración con un puñado de mineros. Después de la oración compartimos fruta y bebidas. Comencé a sentir cómo el pueblo Venezolano es acogedor. El camino hacia la mina es un precioso bosque espeso, parece una selva virgen. Por la tarde salimos a visitar alguna comunidad indígena: pasamos por la comunidad de ECUNAI, Es la presencia misionera Ad Gentes de nuestra Iglesia de Málaga. Me comenta el P. Juan Manuel que por allí está la etnia de los JIVI, una de las más grandes. Y allí, junto a los más olvidados del mundo, están nuestros misioneros malagueños dando testimonio sencillo de amor y cercanía, como hizo Jesús. Es el compartir la fe con otras culturas.

En esta misión la Iglesia está dedicada a la Virgen del Carmen y Nuestra Señora del Valle. Allí celebramos la eucaristía. Una eucaristía misionera llena de alegría. Allí les dije en la homilía que no estaban solos, que la diócesis de Málaga, con el Obispo a la cabeza, estábamos junto a ellos apoyándolos en la maravillosa misión que estaban realizando. Que nos sentimos orgullosos de ellos y nos sentimos cerca de la comunidad hermana de Morichalito. Es la misión de la defensa de las minorías. Un nuevo paradigma de la misión.

Por la noche celebramos la cena de Navidad con un buen grupo de parroquianos. El arroz, la ayaca, el pollo, las arepas, La alegría y los cantos nos anunciaban ya cercana la Navidad. En esta misión están también las hermanas concepcionistas de la enseñanza desarrollando una labor de cercanía, de anuncio y testimonio misionero admirables.

CAICARA: LA EVANGELIZACIÓN DE COMUNIDADES

La misión de Caicara es extensa. Un llano enorme a orillas del río Orinoco. Calor y algo de humedad del río. Con el P. Manolo Lozano salimos a visitar los centros pastorales: Nuestra Señora de la Luz: Sagrado corazón de jesús, Menca de Leoni, San Juan Bosco, La Teja 2 Nuestra señora de Coromoto, Rómulo Gallegos; Espíritu Santo; Chaguaramal; San Luis Gonzaga, Sagrada familia y una nueva construcción que se llamará Nueva Esmeralda. Aquí el P. Manolo se siente pionero y misionero de frontera abriendo nuevas comunidades como hiciera el gran san Pablo hace 2000 años.

Y la presencia de las hermanas de la Consolación que dirigen la Escuela de Fe y Alegría. Buenas colaboradoras con la pastoral parroquial en las áreas de catequesis, juventud y caritas. Nos faltó visitar la Misión de San José de Kayamá donde las religiosas de la Madre Laura atienden pastoral, educativa y sanitariamente a los indígenas E´ñepá y Joddi, pero no pudo ser porque sólo se accede a ella en avioneta y nos faltó tiempo. Por la noche vivimos la alegría de compartir la fe celebrando la eucaristía con unos 300 fieles caicareños de diversos centros pastorales, y después un compartir navideño muy festivo con comidas típicas y folklore de esta época Navideña. Me regalaron una preciosa estola. Gracias de nuevo por la bonita acogida.

IGLESIA EVANGELIZADA Y EVANGELIZADORA

En Caicara está nuestra Iglesia de Málaga como un signo de la Iglesia misionera que evangeliza y quiere ser evangelizada. Me comentaba el P. Manolo Lozano. Aquí venimos a evangelizar y al mismo tiempo somos evangelizados. Aprendemos tanto de estas personas sencillas en su hospitalidad y acogida, la expresión sencilla de su fe. El deseo de conocer a Jesús y el hambre de Dios. Nos hacemos interrogar por ellos. Es la misión del intercambio: damos y recibimos a la vez.

Desde una cultura del compartir en la pobreza, la misión de Caicara nos renueva y nos hace más sencillos. Aquí si que olemos a ovejas. Estamos siempre con ellos y junto a ellos. Son un pueblo acogedor y cariñoso. Nuestra misión es ser signos de la cercanía de Dios entre los pobres y los últimos. Somos conscientes de que somos una Iglesia en estado permanente de misión.

SANTA ROSALIA: UNA MISIÓN QUE PLANTA LA SEMILLA DE LA FE Y LA ESPERANZA

Allí está el P. Juan de Jesús Báez, mejicano de origen. Estaba en Canillas del Aceituno, en Málaga, y cuando el Obispo le pidió venir a la misión diocesana no dudó en responder: aquí estoy. Y allí está Juande, como le llaman, dando testimonio de una Iglesia local insertada en el corazón del pueblo, a unos setenta kilómetros de la misión madre de Caicara. Cuchivero, Guacharacas, Corosito, las Bonitas, la más lejana y donde Juande tiene puestas grandes esperanzas, como en San Lorenzo de las Guacharacas donde celebramos la eucaristía en un sombrajo que llaman “kaney” Allí me volví a sentir también misionero de primera línea. Una misión perdida en medio de la sabana con unos cuantos cristianos y muchos que aún no recibieron el gran don de la fe. Allí también les dije que adelante, que merecía seguir a Jesús, que no están solos y que cuentan con el apoyo incondicional de la diócesis. Allí D. Lorenzo Orellana tiene medio corazoncito y ha contribuido a la construcción de una pequeña capillita.

En la parroquia, Santa Rosalía, comimos junto a un buen grupo parroquial la alegría de la cercanía de la Navidad. Me hicieron el regalo de un chinchorro (hamaca) precioso como recuerdo de su cultura. Gracias, infinitas.

EL PROYECTO CAMINOS DE SUEÑOS

Como colofón a una misión de evangelización y promoción humana en Caicara nuestros misioneros llevan adelante el proyecto “camino de sueños” una unidad de atención a niños y niñas con necesidades especiales con un programa muy ambicioso: Pedagogía, tutorías, estímulos, asistir a padres. Visitar comunidades rurales, crear bibliotecas, repartir medicinas y alimentos de primera necesidad.

Cuando llegué al centro estaban esperando un grupo de niños con sus tutores. Me dieron una bienvenida calurosa y entrañable. Todos los niños tenían algún problema físico o psíquico, pero todos desbordaban una gran alegría. Es un centro lleno de amor donde se refleja la ternura del buen Dios para con los más débiles. Y allí está Juande, su promotor y donde pone todo lo mejor de sí mismo. Adelante, Juande, merece la pena que además del anuncio, demos este testimonio de una Iglesia con las puertas abiertas a los más necesitados de ayuda y de cariño. Es la misión del anuncio y del testimonio.

EL CENTRO APEP PARA EDUCAR EN EL TRABAJO A LOS JOVENES

En el centro Apep, nuestros misioneros malagueños, con la encomiable y abnegada labor de docentes y voluntarios laicos, están realizando una labor misionera de promoción de los jóvenes, capacitándolos para el trabajo y enseñándoles un oficio manual. Asisten unos 500 jóvenes semanales de los liceos de la zona.

ESCUELA DE ADULTOS “MADRE DEL AMOR”

En la escuela de adultos “Madre del Amor Doloroso”, con el sistema IRFA de Fe y Alegría, se imparte educación primaria y secundaria, educación técnica y capacitación laboral. Todo un proyecto de formación de la juventud y adultos que no han tenido la oportunidad por diversos motivos, donde la Iglesia misionera quiere manifestar que Jesús vino para salvar al hombre entero. Una misión integral donde los misioneros malagueños ponen todo su empeño y esfuerzos con la ayuda y colaboración de la cofradía malagueña de “La Pasión”. Es la misión de “no darles el pescado, sino enseñarles a pescar”.

Finalmente, nuestra Iglesia de Málaga en su hermanamiento y cooperación fraternal con la de Ciudad Bolívar, atendiendo la vicaría de Caicara del Orinoco, se hace misionera y se enriquece enormemente haciendo que nuestro trabajo evangelizador aquí en la diócesis tenga su expresión y su icono más visible en nuestros tres hermanos misioneros: Manolo, Juan Manuel y Juan de Jesús. Sería bueno que tantos de nuestros sacerdotes diocesanos fueran a visitar estas tres misiones que son el orgullo misionero de nuestra diócesis. Desde aquí, desde esta Iglesia local malagueña queremos decir a los tres: Adelante. Nos representáis en la evangelización de frontera. Gracias infinitas y permanezcamos siempre unidos en la fe, la oración y la comunión fraterna.

Autor: Luis Jiménez, delegado diocesano de Misiones


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