NoticiaJuventud Los jóvenes toman Huelin para celebrar el EDJ Publicado: 27/03/2023: 34148 Crónica En pleno tiempo pascual, cientos de jóvenes procedentes de las parroquias de Málaga capital, de diversos puntos de la provincia como Marbella, Fuengirola o Los Boliches, de varias cofradías como el Amor o la Sangre, y de Melilla se dieron cita en la antigua Tabacalera para vivir su tradicional Encuentro Diocesano de la Juventud (EDJ) que cumple este año su 36ª edición, bajo el lema “María, siempre en tus manos”. «Una jornada que, cada año, convoca a todos los jóvenes de nuestras realidades parroquiales, movimientos y asociaciones para compartir la fe y dar testimonio de la alegría del Señor resucitado», en palabras del sacerdote responsable de Infancia y Juventud, Francisco Ruiz Guillot. El encuentro comenzó a las 9.30 de la mañana con la acogida y presentación de la jornada. Dos seminaristas, Juan Carlos López y Cristian Carrasco, fueron los encargados de llevar el hilo conductor del encuentro. Su aparición en el escenario fue como la de dos jóvenes portugueses (Salvador y Diogo) ataviados con la bandera de su país, que venían a animar a los malagueños a participar en la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar este verano en Lisboa. Después de invitar a los participantes, llegados de los distintos puntos de la geografía malacitana, a cantar, bailar y conocer a quienes estaban a su alrededor, dieron paso a la oración inicial, dirigida por los jóvenes del arciprestazgo de San Patricio. Seguidamente, llegó el momento de los talleres, que se ofrecieron en dos circuitos, uno para los jóvenes de 16 a 18 años, y otro para los de 19 a 25 años, en las instalaciones del Colegio Diocesano “Obispo San Patricio”. En estos talleres, los jóvenes tuvieron ocasión de profundizar en la figura de María desde diversos ámbitos como fueron la justicia, la esperanza y la santidad. «Un Encuentro Diocesano de la Juventud se vive con mucha ilusión», afirma Ruiz Guillot, «sobre todo porque es un evento muy esperado por jóvenes y mayores. Gracias a Dios, hemos tenido una representación muy grande de toda la diócesis, destacando esos 15 jóvenes que han venido desde Melilla», añade. A las 13.30 horas se vive el momento central del EDJ, la Eucaristía. «Es el momento más importante, porque es central para la vida de todo cristiano. Este año no ha podido estar con nosotros el Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, pero la ha presidido el vicario para el Laicado, el sacerdote Manuel Ángel Santiago», explica Ruiz Guillot. Y, tras compartir el almuerzo y dialogar con los cientos de participantes, los seminaristas Juan Carlos y Cristian de nuevo tomaron la iniciativa para presentar el festival de la tarde en el que participaron los grupos malagueños “Amanecer”, “Shemá” y “Soplos de vida” y algunos músicos de la Comisión de Música Católica Diocesana. Durante el concierto hubo diferentes puntos en los que poder adquirir las camisetas y sudaderas del EDJ y de la JMJ, así como una barra de refrescos y, sobre las 18.00 horas, el delegado de Infancia y Juventud, Francisco Ruiz Guillot, envió a la misión a cuantos vivieron este festival de alegría y esperanza. Testimonio «El EDJ es una ocasión perfecta para vivir la fe en comunidad entre todas las realidades y experimentar lo que es ser una Iglesia joven y viva. Es un momento en el año en el que todos nos unimos como diócesis y que permite que los jóvenes creen raíces diocesanas», afirma Eva Gaspar Pérez, miembro de la Delegación de Juventud y feligresa de la parroquia de la Victoria, «el vivir como joven estos encuentros ayuda a fortalecer la fe, a ser Iglesia en salida y a mostrar la alegría como la gran familia que formamos». Para Eva, ser parte del equipo organizador de este EDJ ha sido «toda una aventura. El congregar y unir a distintas realidades y entidades nos ayuda a ver la universalidad, la buena disposición y fe de todos para este proyecto. Quizás la dificultad está en toda la logística que requiere, pero lo hemos hecho con mucha ilusión y con un gran equipo detrás que nos ha permitido que la carga de trabajo fuese más llevadera. "Confía", es lo que nos diría Jesús hoy, así que lo dejamos todo en sus manos». Pero todo esfuerzo merece la pena pues «una de las cosas que más destacaría del EDJ es la cara de ilusión y las ganas con las que llegan los jóvenes convocados para encontrarse con el Señor y cómo esa ilusión se va fraguando y se ve reflejada a la hora de partir el pan y el vino en el momento de la Eucaristía. Es una ocasión maravillosa para vivirla como familia diocesana que somos ya que es el momento que más nos une a Cristo», concluye Eva.