De este modo, Benedicto XVI, a quien el Nuncio define como un hombre muy "preciso, metódico y muy disciplinado", se alojará en la segunda planta de la sede de la Nunciatura en España, ubicada en la madrileña Avenida Pío XII.  Benedicto XVI  celebrará en la planta baja de la Nunciatura algunos actos, como su encuentro con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que tendrá lugar, el viernes 19 de agosto a las 17 horas.  

LA CRISIS.

El Nuncio Apostólico de la Santa Sede en España, Renzo Fratini, cree que el Papa subrayará durante su visita "el aspecto moral de la crisis" económica global así como "la importancia de la sobriedad y la solidaridad".

En una entrevista concedida a Europa Press, monseñor Renzo Fratini, que lleva casi dos años al frente de la Nunciatura en España, ha señalado que el problema de la crisis económica es "muy complicado" porque revela "una crisis moral, una corrupción, una explotación de los unos a los otros".

Ante esta situación, el Nuncio Apostólico en España propone "redescubrir algunos valores" como la sobriedad, es decir, "consumir con responsabilidad" y la solidaridad con las personas que sufren graves problemas como "el hambre y las muchas dificultades en África".   "Si la sociedad mantiene este espíritu de solidaridad, unidad, yo creo que el mundo iría mejor y se podrían solucionar muchas crisis", ha remarcado, al tiempo que señalado que "la raíz de la crisis es el egoísmo, el deseo de ganar o tener más".

De hecho, ha confiado en que las raíces cristianas de los españoles "están ahí" y en que, aunque a veces la práctica religiosa no se cumple, la gente en general tiene esos valores cristianos en el fondo que se revelan en circunstancias como el terremoto de Lorca. "La solidaridad, el deseo de ayudar, la atención a los inmigrantes, son valores que salen en algunas circunstancias, aunque la gente a veces no practica o dice que es contra la Iglesia o indiferente. En esos momentos se revela la parte mejor del país, de la gente sencilla", ha explicado.

Concretamente, ha mostrado su esperanza de que la JMJ de Madrid, además de dar frutos vocacionales --para el matrimonio, el sacerdocio, la vida religiosa-- dé frutos de "una nueva solidaridad, un nuevo amor, de paz en el mundo y de perdón", valores que, según ha precisado, pueden ser redescubiertos en la vida cristiana, pero cuya asimilación "depende también del compromiso de cada uno".

En cualquier caso, ha destacado que la parte más importante de la JMJ es la parte espiritual y "la conversión" y, en esta línea, ha subrayado el momento de la confesión que en esta Jornada adquiere especial relevancia ya que Benedicto XVI confesará a varios jóvenes en el Parque del Retiro --que durante esos días será el Parque del Perdón-- el sábado 20 de agosto, por primera vez en la historia de las JMJ.

"Esto es también para dar un ejemplo a los sacerdotes, que tienen que dar importancia a la confesión, que es un momento esencial de la vida cristiana, el cambio de la vida personal, moral, y pedir ayuda al Señor, que es grande y misericordioso. Puede ser también para los que han abandonado la fe o la práctica religiosa", ha concretado, al tiempo que ha destacado que el Santo Padre quiere mostrar asimismo que la Iglesia es como el padre de la parábola del hijo pródigo, que perdona y acoge".

Igualmente, monseñor Fratini ha subrayado que una de las tareas más relevantes que tiene la JMJ es "la Nueva Evangelización", que es el lema del próximo Sínodo de los Obispos y de hecho, ha comentado que esta Jornada puede considerarse, de alguna manera, "una preparación" para el Sínodo.

El Nuncio de Su Santidad en España ha recordado las palabras que el Santo Padre pronunció en su última visita a España y ha indicado que habló de un "laicismo agresivo" para expresar que "hay que continuar defendiendo la fe" porque, a su juicio, España es un país con "una gran riqueza espiritual" y "una historia de gran valor". De hecho, ha explicado que el lema de esta JMJ --'Arraigados y Edificados en Cristo. Firmes en la fe'-- quiere descubrir también "las raíces cristianas de España".

No obstante, ha alertado del peligro que existe en el mundo actual "en la globalización, la masificación a través de los medios, la superficialidad y la hipocresía", ante lo que la juventud "pide autenticidad". "Las protestas de los jóvenes manifiestan también esto, que la sociedad moderna está buscando autenticidad y certidumbre", ha dicho.

En cuanto a las relaciones entre la Iglesia y el Estado, monseñor Fratini ha asegurado, con ocasión de la JMJ, "la colaboración es muy buena", aunque también ha afirmado que en la historia "hubo siempre una buena colaboración, que está continuando". "Hay diferentes visiones y partidos pero, en conjunto, tenemos relaciones cordiales", señala.

Concretamente, sobre las leyes aprobadas por el Gobierno, ha indicado que "lo peor" de algunas de ellas es "su efecto pedagógico" y que "crean poco a poco una nueva mentalidad de los jóvenes". Por ello, monseñor Fratini considera que, a veces, el legislador debe preguntarse "cuántas personas son las que disfrutan de una ley y cuántas la piden". En todo caso, ha recordado que "hay que ayudar y no condenar y distinguir siempre "lo bueno de lo malo".

Finalmente, se ha referido a España, de la que ha destacado "la unidad de sus obispos" y ha afirmado encontrarse "muy contento" ya que, después de haber sido Nuncio en Pakistán, Indonesia y Nigeria, considera este país "como un paraíso". "Aquí todo funciona bien, no hay problemas para sobrevivir, uno cuando está en el extranjero tiene dificultades con la luz, el agua, etcétera, pero aquí en España, es un pecado quejarse", concluye.