NoticiaEn los Medios De dioses y hombres Resucitado, por Raúl Berzosa Publicado: 05/04/2024: 11237 El Alféizar La Semana Santa ha finalizado. Y la Pascua de Resurrección ha llegado. En la vida, quien tenga fe, debería hacer lectura creyente de la realidad; quien no lo sea, aprender de la vida. Chimpún. Esta Semana Santa dejó una lección de vida y bendición. De entrada, ha habido Semana Santa. Nada, ni las inclemencias meteorológicas, impidió la fiesta de pasión, muerte y resurrección de Cristo. Eso sí, todo ha dependido de cómo hayamos deseado vivirla. Quien se ha remitido solo a la experiencia cofrade, lo ha tenido peor que otros años; ha llovido. Lo siento, porque, aunque sus sagrados titulares estuvieron en las casas de hermandad o templos, sé que no es lo mismo. De todas formas, es bueno recordar que no solo hubo Semana Santa con marchamo cofrade sino sobre todo en Catedral, las parroquias y comunidades donde se celebraron los oficios religiosos; donde aún, dicho sea de paso, muchos cofrades no aterrizan. Confío que poco a poco, con pedagogía, cariño y verdad sean reconducidos a esa otra manera, complementaria, de vivir el núcleo de la verdad celebrada en la Semana Mayor. Saldremos todos ganando. La lluvia, además de evitar que muchos tronos procesionen con la normalidad pretendida, impidió que tampoco hubiera corrida de toros en Málaga. No somos dioses. En nuestro delirio permanente, hay quien hubiese pretendido desviar a otros días la lluvia necesaria y urgente. No ha llovido en apenas meses; reconozcamos el agua como bendición del buen Dios. Y confiemos que siga regando nuestros campos; no hay mejor regalo para nuestra maltrecha tierra, máxime si hemos podido celebrar nuestra Semana Santa, quizá no como desearíamos, pero sí como se nos ha ofrecido. Comprendiéndolo todo, lágrimas incluidas, da pena que haya quien no tuvo mirada para vivir otra Semana Santa a la prevista; la vida misma.