Si queremos seguirle, es necesario dejar en el camino nuestras comodidades y seguridades, abajarnos, inclinarnos y mirar al otro reconociéndonos todos hermanos, hijos del mismo Padre.

Al servicio de los más pobres

Para todas las personas que sostienen, de una u otra forma, la extensa labor de Cáritas, la palabra clave es servicio, ese servicio que Cristo nos muestra con el gesto del lavatorio y que los voluntarios intentan plasmar cada día con su acción. Podemos verlo en los despachos de acogida, donde acuden tantas personas en busca de alguien que les escuche, les atienda, les ofrezca un poco de esperanza; en todos los proyectos que se desarrollan para facilitar la inserción social o laboral de inmigrantes, mujeres, niños, mayores, familias, etc; en los centros sociales en los que se acompaña y atiende a personas sin hogar, a mayores sin recursos y con gran dependencia, a enfermos de sida, a reclusos y exreclusos; y en los talleres de empleo, donde se ofrece formación a personas con especiales dificultades laborales y sociales. Este servicio que Cáritas brinda, traspasa las fronteras y llega, además, hasta otros países más pobres o dañados gravemente por catástrofes medioambientales.

Avivar el compromiso

Cáritas, como expresión de ese amor preferencial de la Iglesia hacia los últimos y excluidos, en este día tan importante, pretende avivar o renovar el compromiso de toda la comunidad cristiana, intensificar el testimonio de la caridad y animarla a colaborar con Cáritas o alguna otra institución socio-caritativa de la Iglesia. Por esta razón, encontrará en estos días en su parroquia un recordatorio de esta celebración, con el que se pretende favorecer la reflexión y la colaboración en su ámbito más cercano.