Fue el mismo Javier Espinosa quien, con voz tranquila, llamó en la noche del sábado 29 de marzo a los compañeros de su periódico para anunciar que había sido liberado y que se encontraba bien. La llamada se realizaba desde territorio turco. Según el diario “El Mundo”, Espinosa y García Vilanova fueron entregados a unos militares que posteriormente se pusieron en contacto con las autoridades españolas.

Desde que fuera secuestrado, la malagueña Berta Robles, tía materna de Javier, ha propiciado la celebración de misas mensuales en su parroquia, Nuestra Señora de las Angustias. Estas misas han sido oficiadas por el párroco, José Antonio García Carrasco.

Berta aseguraba que la familia se apoyaba sobre todo en la oración ante la incertidumbre por el secuestro de Javier: «Mi hermana y mi cuñado se han agarrado fuertemente a la fe: ahora mismo, todo lo basan en rezar y en pedir por la vuelta de Javier. En casa de los padres de Javier –que viven en Madrid- no hubo celebración de Navidad. Rezaron el rosario junto a una foto de su hijo. Ésa fue su Nochebuena», nos contó Berta tres meses después del secuestro de su sobrino.

Por su parte, Ana Alonso, jefa del Área de Internacional del Diario "El Mundo", nos relató cómo estaban viviendo el secuestro de su compañero.

Reportaje de "El Espejo", de Cope Málaga, con entrevistas a Ana Alonso y a la tía de Javier el pasado mes de enero.

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