SALUDO DEL OBISPO

EN LA LIBERACIÓN DEL PRESO

(Málaga, 27 marzo 2013)

La fe transforma toda esclavitud

El ser humano se envilece muchas veces con sus actos egoístas y sus pretensiones ilusorias. El hombre cae en el vacío del desamor, de la ingratitud, del odio; actitudes, que, en vez de liberarlo, lo esclavizan. Somos esclavos de nuestros mismos pensamientos, de nuestros deseos y acciones, que van contra Dios y contra el hombre.  Pero la fe cristiana puede sacarnos de nuestra miseria y transformar nuestra vida. Dios se ha revelado al hombre como Amor infinito, sin medida. La Cruz de Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, es la expresión suprema del amor, la donación de sí mismo hasta el sacrificio total.

“Con el misterio de la muerte y resurrección de Cristo, Dios desciende hasta el fondo de nuestra humanidad, para volver a llevarla a Él, para elevarla a su altura. La fe es creer en este amor de Dios, que no decae frente a la maldad del hombre, frente al mal y la muerte, sino que es capaz de transformar toda forma de esclavitud, donando la posibilidad de la salvación” (Benedicto XVI, Audiencia general El Año de la fe. ¿Qué es la fe?, Vaticano, 24.10.2012).

Podemos salir de la esclavitud, en que nos encontramos, aceptando el amor de Cristo Salvador, Rico en misericordia. La fe en Dios nos hace encontrarnos con Alguien, que nos sostiene y nos ofrece un amor indestructible y eterno. En esta noche damos gracias a Jesús Nazareno, “El Rico”, que se apiada de nuestra debilidad y nos enriquece con su misericordia; que nos concede su perdón y transforma nuestra vida; que nos otorga la libertad y nos invita a seguir sus pasos.

Como signo de acción de gracias y de perdón, os invito a rezar juntos la oración que el Señor nos enseñó: Padrenuestro.

+ Jesús, Obispo de Málaga