La afiliación a la Orden, otorgada por el Padre General desde Roma, tuvo lugar en el marco de una celebración eucarística en el convento Nuestra Señora de Gracia en Málaga y estuvo presidida por el Prior local, fray José Agustín Herrero de Miguel, OSA, y en ella participaron todos los hermanos de la comunidad conventual. Fueron afiliados también Salvador Jiménez Rivera y María Teresa Ruiz Pérez.

Para Pablo Pastor, «ha sido muy entrañable y emotivo. He estado unido a los agustinos desde que nací. Estudié en los dos colegios: el de San Agustín y el de Los Olivos, y nos alegra haber estado cerca de ellos, ayudándoles en lo que ha sido posible. Pude participar en la restauración de la iglesia de San Agustín, por ejemplo. Que hoy, antiguos profesores, religiosos agustinos, me den esta distinción es un honor muy grande para mí».

En el acto de afiliación se expresó el agradecimiento de la Orden a los nuevos afiliados «que han demostrado ser singularmente beneméritos de la Familia Agustiniana y que están ligados a ella con vínculos de especial amistad». Este reconocimiento los hace miembros de la Orden, adquiriendo los beneficios espirituales derivados de todas las obras cumplidas por los hermanos y las hermanas de la Orden en todas las partes del mundo.

Tras la lectura de los decretos de afiliación, los PP. fray Pablo Mayo y fray Justo Díaz hicieron entrega del diploma a los cuatro nuevos miembros, terminando el acto con la Salve a Nuestra Señora de Gracia, titular del convento.