NoticiaColaboración PÉREZ PALLARÉS. En la fiesta de la Virgen de los Dolores Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad Publicado: 13/09/2020: 21688 EL ALFEIZAR. CRUZ Y DOLOR Durante estos días se suceden diferentes cultos en algunas de las hermandades y cofradías malagueñas. Pivotan estos actos en torno a las celebraciones litúrgicas de la Exaltación de la Santa Cruz y la fiesta de Virgen de los Dolores. El cristianismo emerge histórica, social y personalmente por la fuerza de la cruz. Es el misterio de la redención, afirmará quien sabe de esto. Por tanto, contemplar el misterio de Jesús crucificado y el dolor de la madre del condenado, no es baladí. Ahora bien, cuidado porque el dolor fue exaltado, en no pocos casos, por la piedad popular, hasta el punto de desplazar el misterio clave de la fe cristiana: la resurrección de Cristo. Y esto tiene graves consecuencias; sin resurrección, quedaría secuestrada la fe cristiana. Por extensión, sin resurrección, el dolor, en la persona de fe, se tornaría en amargura sin ningún tipo de miramiento. Es bueno tener presente que el dolor es compañero de viaje en esta vida y que, por tanto, pretender que desaparezca, aparte de ser tarea inútil, conduce a la deshumanización y a la angustia. Precisamente por eso conviene reflexionar sobre el misterio del dolor. Sí, es recomendable preguntarnos ¿dónde podemos encontrar luz para sobrellevar el sufrimiento? El creyente también puede cuestionar dónde está Dios cuando emerge el sufrimiento. E incluso ir más allá: ¿Dios es sádico? O afearle silencios: ¿Por qué Dios calla y aparece como ausente? Hace años, quien fuera obispo de Málaga, Ramón Buxarráis afirmó, en una entrevista en televisión, que Dios está en el mismo sufrimiento. Por tanto, nada sería ajeno a la presencia de Dios que es amor: los corazones rotos por el dolor, que se saben y sienten amados, se curarían; los corazones protegidos acabarían convertidos en piedra. Pero eso se necesita descubrir y experimentar desde la óptica creyente. Es más, aunque esa respuesta pudiera ser bálsamo, podría no llegar a responder plenamente porque transitamos por los páramos del misterio. En esas estamos.