NoticiaFamilia PÉREZ PALLARÉS. Ancianos respetables Publicado: 27/07/2020: 14172 Hemos celebrado a los santos Joaquín y Ana; nombres que se atribuyen tradicionalmente a los padres de María de Nazaret, la madre de Jesucristo. Es decir, a los abuelos de Cristo por línea materna. Esto del santoral da para mucho, hasta el punto de que, la celebración de los abuelos maternos de Jesús, ha propiciado la celebración del día de los abuelos, jornada en la que miramos a estas figuras familiares con agradecimiento. Hasta Pedro Sánchez escribió un tweet mostrando su cercanía a los abuelos y abuelas. Hay abuelos para todos los gustos, que en su inmensa mayoría, son personas de edad avanzada. Nuestros abuelos, muchos de ellos mayores, han visto cómo sus días, con esto de la pandemia, cambió en demasiados aspectos: les impidió salir a la calle con normalidad, les han robado los besos de los nietos, les han colocado la espada de Damocles sobre su salud. ¿Cuándo terminará esto? es pregunta recurrente que escucho a algún anciano. Y es que el Covid-19 no solo trastocó la vida de millones de personas, muchas de ellas mayores, sino también las cabezas, los ánimos y las percepciones. Nos encontramos ante un colectivo especialmente vulnerable: los ancianos son población de riesgo y la dramática realidad, silenciada política y mediáticamente, los ha situado en una indefensión cruel y escandalosa. El día en el que todos nuestros mayores salgan a las calles y defiendan su derecho a vivir con dignidad hasta el final de sus días habremos dado un paso adelante. No debemos escorarlos, esconderlos, desatenderlos: nadie habla de las fallas de la ley de dependencia, tampoco de las míseras pensiones que cobran algunos de ellos, ni de la carga familiar a la que se ven sometidos para que todos los miembros de la familia puedan comer. Por no hablar de las presiones que soportan por parte de algunos desalmados que se aprovechan de su situación de vulnerabilidad. Pongámonos las pilas porque además, conviene recordar, que en algún momento, previsiblemente, seremos ancianos. Y algunos serán abuelos.