NoticiaCoronavirus FEDERICO ROMERO. ¿Cambiaremos nuestra manera de relacionarnos? Federico Romero Publicado: 04/05/2020: 18040 FEDERICO ROMERO GÓMEZ Federico Romero Gómez, está casado, tiene 4 hijos y una nieta y es abogado especializado en Derecho Administrativo y Urbanístico en Málaga y la Costa de Sol con una experiencia de más de 25 años, reflexiona sobre cómo va a cambiar esta pandemia nuestro modo de relacionarnos. Ante todo, sería una pena y un error que nada cambiase. Pero son nuestros deseos e intenciones los que determinan cómo las cosas nos afectan. El que quiera volver a lo pasado, a lo que ya era, lo logrará; el que quiera lanzarse hacia delante, al deseo de ser una mujer, un hombre nuevo, lo logrará. Juan Pablo II llamaba a la Iglesia maestra de humanidad. No es solo una frase. Es el tesoro de la Iglesia, los santos nos dan y nos han dado luces para afrontar todas las situaciones. Podría pensarse que ellos no conocieron lo que ahora vivimos, al menos no al modo en que los experimentamos nosotros, porque, aunque la humanidad siempre ha conocido pandemias, éstas nunca han afectado a una sociedad como la nuestra: la del bienestar, hipersensibilizada e hipertecnológica. Pero la Iglesia puede seguir siendo maestra: ella y los santos nos enseñan que no son los hechos, por muy adversos que sean, los que determinan las últimas consecuencias de los acontecimientos y que tampoco basta, pese a lo que muchos piensan, la actitud positiva y resiliente de las personas; no basta cuando esa adversidad llega a convertirse en tragedia y perdura. Es cierto que hay en el hombre una gran capacidad de resistir que ayuda a superar pruebas, pero no es suficiente: cuando el huracán llega, los viejos árboles que siempre resistieron, también pueden caer. Lo que de verdad hace que una misma situación de desgracia y sufrimiento sea ocasión para unos, de mayor amor y unión, y para otros, de desamor y separación de Dios, es la mirada de fe, la confianza en Dios y el dejarse amar por Él. Son nuestro modo de pedir y vivir las virtudes teologales, como siempre, las que dirán cómo va a cambiar nuestro modo de relacionarnos después de la pandemia. Con estas virtudes no nos limitaremos a resistir, sino que seremos levadura que pueda transformar una sociedad del bienestar egoísta, en una comunidad de servicios, nuestra enfermiza sensibilidad, en ternura para los débiles y nuestra fría hiperconectividad, en cálida comunión. ¿Cómo va a cambiar esta pandemia nuestro modo de relacionarnos? No hay respuestas, hay promesas; promesas fundadas en Cristo.