NoticiaIglesia Noticia IGLESIA EN MÁLAGA. Recuerdo y oración por las víctimas del Covid-19 Publicado: 26/04/2020: 22514 En el último programa de este extraño mes de abril, Iglesia en Málaga comienza con un recuerdo especial a las personas que han fallecido durante esta pandemia y el testimonio de uno de los capellanes de un cementerio de la ciudad. Aquí puedes escuchar de nuevo el programa José Antonio Aguilar es diácono permanente de la diócesis y asiste a las familias en el cementerio. Afirma que son «experiencias muy duras porque se empatiza con los pocos familiares del difunto que pueden asistir; son duras porque no tienes el abrazo de los más cercanos, de los amigos, los vecinos y el resto de los familiares. Al dolor que tiene ya de por sí la muerte de un ser querido, sobre todo cuando se trata de una muerte inesperada, se añade ahora el dolor del distanciamiento social en unos momentos en los que más se necesita la cercanía y el abrazo de los otros. Es muy duro porque lo único que podemos hacer nosotros es transmitirles nuestra Esperanza con mayúsuculas y acompañarlos muy brevemente. Son momentos en los que te sientes impotente y te quedas sin palabras con las que mitigar tanto dolor. Los sentimientos de compasión algunas veces te quieren llevar a romper el protocolo y sumirte en un abrazo con los que están sufriendo. Se te saltan las lágrimas muchas veces". Con este testimonio comenzó el programa, tras las palabras del delegado de Medios de Comunicación, Rafael Pérez. Ani González, cocinera de la Casa Sacerdotal, compartió su día a día de confinamiento en esta gran familia, así como también lo hizo Paqui Cabello, directora de la Colichet, Casa de Acogida para enfermos de sida dirigida por Cáritas y las Hijas de la Caridad. El actor malagueño Salva Reina puso sobre la mesa algunos consejos para no perder de vista la alegría y el sentido del humor en este confinamiento, sobre todo con los más pequeños de la casa. Natalia y Rafael, recién casados, explican los motivos que los llevaron a seguir adelante con su boda, sin fiesta y sin invitados y siguiendo todas las medidas de seguridad, porque tenían lo más importante y necesario: el amor. Y el broche final del programa lo puso Julio Diéguez, responsable general del MAC (Movimiendo de Acción Cristiana), quien miró hacia el futuro de la economía.