Antonio, sinceramente ¿por qué este premio?
Creo que es porque tuve una intuición muy buena con el primer hilo de Twitter, el hilo de Navidad: cómo contar en un lenguaje nuevo lo que se ha contado siempre, el Evangelio de siempre. Creo que, además, ha influido el cariño que me tienen los compañeros que se dedican a la información religiosa en toda España y que envían cada año a la CEE sus nominaciones.

¿Cuál es la gran aportación del Evangelio de siempre al hombre y la mujer de hoy?
El Evangelio es camino, verdad y vida; es la mejor manera de vivir. La guía perfecta para el hombre y la mujer de hoy. Si quieres un manual para ser feliz, lo encuentras en el Evangelio.

¿Se están haciendo bien las cosas para comunicar el Evangelio en la Iglesia Española?
En muchos aspectos sí. Hay gente que está descubriendo nuevos modos de hacerse presente en la sociedad, pero es que además hay un grandísimo equipo de profesionales en las delegaciones de medios de toda España; se puede decir que son de los mejor preparados, en comparación con otras instituciones. A eso se añade que son personas vocacionadas. Las delegaciones de medios son de lo mejorcito del periodismo.

¿Por qué la Iglesia entonces no siempre sale bien parada en los medios?
La Iglesia es una institución con miles de años a sus espaldas, algo con lo que ninguna otra institución tiene que cargar. Nuestra historia está plagada de buenísimas noticias, pero también hay aspectos oscuros, como es normal en cualquier biografía. Contra ese pasado no tienen que luchar otras instituciones, nosotros cargamos con ese impuesto. Pero no podemos echar toda la culpa a los intereses de los medios, también tenemos que plantearnos si estamos comunicando bien, si estamos siendo transparentes, si estamos anunciando el Evangelio o a nosotros mismos…

Anunciar el Evangelio no deja indiferente a la sociedad.  ¿Cómo superar la barrera de incomprensión que a veces se levanta?
Siendo testimonio. El peor pecado de la Iglesia, mi peor pecado como parte de ella, es actuar de manera contraria a como predico, no ser consecuente con lo que propongo a los demás. En la medida en que no soy Evangelio; el mensaje que trato de anunciar llega distorsionado y la gente, lógicamente, no se fía.

Imaginemos por un momento, que existe esa coherencia.  Si la Iglesia sigue saliendo mal parada ¿cómo se debe afrontar la crítica? ¿Desde qué actitudes?
Desde la actitud del Evangelio: perdonando, saliendo al encuentro del enemigo, no negando el diálogo con nadie. Jesús no se lo negaba ni a los fariseos, ni a los samaritanos …

¿No es más inteligente tratar temas de los que se pueda ofrecer una cara amable?
El Evangelio es un pack, no se vende por separado; pero obviamente hay temas en los que el diálogo en nuestra sociedad se hace muy difícil y vamos a encontrar un rechazo frontal. Lo inteligente es, no eludirlos, pero sí buscar la cara amable desde donde presentar todo el Evangelio.

El Evangelio es Jesucristo ¿En serio presentar a Cristo y su mensaje causa rechazo?
Claro. Si el Evangelio no escuece no es Evangelio. Por eso trato de buscar cada día, en la lectura del Evangelio, dónde lo estoy haciendo mal, en qué fallo…  El Evangelio me quiere hacer como Cristo y eso no es fácil.

Una valoración de la tarea comunicativa que realizan los profesionales de la Diócesis de Málaga.
¿Qué puedo decir? Tengo unas compañeras extraordinarias. Somos un equipo muy consolidado en el que tratamos de buscar cada día una forma nueva, atractiva, diferente de presentar el Evangelio…. No en vano, nuestra diócesis siempre ha sido un referente a nivel nacional y así nos lo han hecho saber los compañeros de otras diócesis. Hay mucho Evangelio en esta casa.

¿Un consejo al cristiano que se enfrenta con miedo a los medios?
Que hable con naturalidad, porque en el Evangelio no hay nada oculto. Si vamos con humildad, sin esperar que hablen bien de nosotros, y presentando el mensaje que hemos recibido, no hay nada que temer.