NoticiaEspiritualidad «Es esencial facilitar el acceso a Dios desde la interioridad» Antonio Eloy, con el grupo de ejercitantes en Trayamar Publicado: 16/09/2019: 12027 El sacerdote y rector del Seminario Diocesano, Antonio Eloy Madueño, escribe su testimonio tras impartir por primera vez unos Ejercicios Espirituales en la Casa de Espiritualidad de Trayamar, en Algarrobo Costa. Cuando nos entregamos a Jesús, vamos descubriendo que Él nos lleva y conduce hacia horizontes que no nos imaginamos. Así me ha pasado este verano al impartir por primera vez unos Ejercicios Espirituales en la Casa de Espiritualidad de Trayamar, en Algorrobo-Costa. El territorio nuevo al que Jesús nos introduce, nos invita una vez más a echar las redes en su nombre, a confiar sólo en Él y a aceptar con humildad que realice su obra maravillosa de curación y salvación, de amor y de esperanza, con la debilidad de nuestro material. Y como siempre, el Señor es sorprendente. Me ha dado la oportunidad de descubrir, una vez más en mi ministerio sacerdotal, un tiempo fuerte de diálogo, de intimidad y relación con Jesucristo en la preparación de los Ejercicios y un tiempo también intenso de encuentro con Jesucristo al impartir los Ejercicios, sobre todo, contemplando la acción, el paso y la transformación que el Señor Resucitado, por el don de su Espíritu, hace en los que participaron en los Ejercicios, un grupo amplio de laicos y religiosas. Una vez más he comprobado que el cristianismo es una vida de relación personal con Dios en el amor desde la interioridad, la libertad y en la Iglesia por medio del Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo que nos abre al Padre. Que es absolutamente esencial e indispensable en nuestro tiempo facilitar el encuentro y el acceso a Dios desde la interioridad del hombre, gracias a la presencia de la Trinidad en él y hacerle descubrir la entrega real de Dios al hombre a través de Jesucristo y su Espíritu, para alentar su vida, recuperar su dignidad y vivir la verdadera libertad a la que está llamado como hijo amado de Dios en el Hijo. Antonio Eloy Madueño Porras Rector del Seminario de Málaga