En este curso 2016-2017, dentro de las tres prioridades pastorales diocesanas, se ha introducido la Pastoral Vocacional. El Seminario Menor entra de lleno en esta prioridad.

Desde hace unos años, la Diócesis está intentando realizar una renovación pastoral. Se comenzó con la catequesis de iniciación cristiana, donde los niños y niñas que la terminan, tienen una primera síntesis de fe. Después, se continuó con el catecismo “Testigos del Señor” para la catequesis de infancia , y ahora se ha presentado ya un nuevo material para que los agentes de pastoral juvenil, junto con los sacerdotes, puedan acercar a los jóvenes a Jesús de una forma renovada.

Una de las finalidades de la Pastoral de Juventud es la Pastoral Vocacional, es decir, que en el proceso de crecimiento en la fe de un joven, se encuentre la pregunta vocacional: ¿Qué quiere Dios de mí? Estos materiales la incluyen, y ayudan a que el joven se pregunte por su futuro vocacional.

En el momento actual esta pregunta se la hacen los jóvenes cada vez más tarde. Entre otras cosas, porque la adolescencia se ha adelantado y se ha alargado más en el tiempo.

De hecho, las edades de ingreso en el Seminario son cada vez más tardías. De los diez ingresos que hemos tenido este año, solo uno ha entrado después de terminar el Bachillerato.

Ante esta situación, la Diócesis ha querido responder con dos realidades: una totalmente nueva, donde se realizarán unos encuentros vocacionales en los que pueden participar chicos y chicas de los 16 años en adelante, incluyendo edades universitarias que quieran vivir la vida como vocación, como llamada a los distintos estados de vida; y otra, renovada: el Seminario Menor, que está destinado a chicos mayores de 16 años que quieren descubrir si su vocación es la de ser sacerdotes.

Para ello se realizarán una serie de convivencias mensuales que comenzarán los viernes tarde-noche y terminarán el sábado a las 20.00 horas. El acompañamiento a chicos menores de 16 años se realizará en las parroquias con sus catequistas y sus párrocos.

Estas convivencias estarán constituidas por cuatro momentos, que son los básicos para poder discernir una vocación:
1.-Conocer: Conocer quién es Jesús y qué quiere de nosotros.
2.-Celebrar: Ayudar a los jóvenes a vivir con profundidad la Eucaristía y el Sacramento de la Reconciliación.
3.-Vivir: Aprender a conducirse como cristianos.
4.-Oración: Aprender a escuchar a Dios con una escuela de oración.