Madurando esta propuesta pensamos que lo mejor era antes de nada a oscultarnos, mirarnos y sobre todo dejarnos mirar por Jesús. Con el lema: “Déjate Evangelizar” empezamos esta primera etapa, el Miércoles de Ceniza, presentando las acciones que íbamos a realizar y el espíritu de vivir en la parroquia un tiempo especial de conversión.

La segunda semana de Cuaresma nos ayudó D. Eloy Bueno de la Fuente, profesor y catedrático en misionología en la facultad de teología del norte en Burgos, una ponencia marco titulada “Evangelizar en la situación actual, hacia una parroquia evangelizadora”, estuvimos unos 120 miembros de la parroquia de los diferentes grupos y agentes de pastoral. El cristiano como discípulo misionero, la parroquia como un nosotros que se siente protagonista, la iglesia popular y maternal en medio de la gente, los umbrales de la parroquia como lugar de encuentro y saliendo a las periferias del barrio.

La tercera semana de cuaresma los agentes de pastoral junto con Celestino sacerdote de la congregación de la misión, que es periodista, nos alentó con dos charlas sobre la comunicación del evangelio y los servicios o ministerios que existen en las parroquias.

Ya en la cuarta semana fue el tiempo para los pequeños de nuestra parroquia, cada día se organizo un taller y luego una oración en el templo, los niños luego les transmitían a sus padres la alegría de encontrarse con Jesús, están siendo evangelizados y evangelizadores en casa. Al final de la semana tuvimos un concierto oración con las canciones de Unai un compositor cristiano del movimiento Mac y la experiencia vocacional de un seminarista.

La quinta semana de cuaresma ha sido penitencial, la comunidad parroquial nos reuníamos el martes para celebrar la misericordia divina y pedir perdón personal y comunitariamente porque no nos dejamos evangelizar por el Señor, ponemos demasiadas barreras y no nos creemos que todo bautizado esté llamado a la misión.

Hemos vivido con plenitud el triduo pascual, pidiéndole al Señor que muramos con él a nuestras comodidades, miedos, rutinas y apatías, y con su Resurrección nos haga una parroquia más del Señor y más misionera. Ahora en este tiempo pascual, con lo reflexionado hasta ahora nos toca ir concretando, para ello nos iremos de convivencia el fin de semana que viene a la casa diocesana de Trayamar en Algarrobo Costa, allí los distintos agentes de pastoral oraremos, trabajaremos por grupos y luego reunidos en asamblea iremos perfilando entre todos un proyecto evangelizador para nuestra parroquia.