NoticiaSantos Aniversario del nacimiento de Sor María del Socorro Astorga Archidona, con la imagen de Mª del Socorro Astorga Publicado: 14/10/2021: 9290 Sierva de Dios El 30 de octubre se cumple el 252 aniversario del nacimiento de Sor María del Socorro Astorga Liceras, monja de la Orden de los Mínimos natural de Archidona cuya causa de beatificación se encuentra abierta en su fase diocesana en Málaga. MADRE MARÍA DEL SOCORRO ASTORGA LICERAS FIEL HIJA DE SAN FRANCISCO DE PAULA El 30 de octubre del 1769 nacía en Archidona María Claudia Josefa, hija del afamado alarife Francisco de Astorga y de Maria Rosa Liceras. Pero también nacía para la Orden de los Mínimos la que será una fiel y digna hija de San Francisco de Paula: Madre María del Socorro. Han pasado más de dos siglos y sin embargo su memoria sigue viva entre nosotros y su testimonio es todavía actual para los hombres de nuestros tiempos. ¿Por qué? Porque el frasco del perfume de su santidad, roto a lo pies de Cristo en el transcurso de su vida, no cesa de espandirse por su monasterio, por su Archidona y por la Iglesia entera. Una santidad humilde, sencilla y escondida, tan ordinaria en lo exterior, como tan extraodinaria en lo interior según, el estilo de San Francisco de Paula. Desde que sintió que el escudo “Charitas” de la Orden de los Mínimos se le ponía sobre su corazón, María decidió entrar en el monasterio de las Monjas Mínimas de Archidona para entregarse totalmente a Dios, siguiendo la espiritualidad Mínima. En la escuela de San Francisco de Paula aprendió a vivir la contemplación, la penitencia y la caridad en grado heroico y emprendió el vuelo hacia la cumbre del monte de la santidad con las alas del amor y de la obediencia a la voluntad divina. A imitación de su Santo Fundador que afirmaba que la contemplación de las cosas celestiales era el verdadero alimento del alma y sus únicas delicias y suprema felicidad, Madre María del Socorro vivía la alabanza, la acción de gracias y la intercesión como la respiración continuada que marcaba el ritmo de sus jornadas, en peremne coloquio de amor con su Esposo. Como la esposa del Cantar de los Cantares exclamaba: “Amado mio, tú eres mi verdadero descanso y no quiero otro, tú eres mi consuelo y mi alegría. Mi Amado sea para mi y yo toda para mi Amado”. Tres fueron los amores que encendiaron el corazón de Madre María del Socorro: el amor esponsal a Jesus Crucificado; el amor filial a María, su “Dulce Madre”; el amor fraterno hacia su prójimo. Y tres fueron los altares donde adoraba a su Amado Esposo: el Sagrario, que, en éxtasis de amor, la elevaba a contemplar los misterios más profundos de la fe; las enfermas de su comunidad, en las cuales meditaba la pasión de Cristo; los pobres que acudían al torno, que alimentaba con su misma comida. Gracias Madre María del Socorro por tu vida maravillosa, bendición de Dios por todos aquellos que cruzaron tu camino y por cuantos hoy tienen la gracia de conocerte. Gracias porque desde el cielo ahora tú sigues intercediendo por cada uno de nosotros implorando de Dios su misericordia y su bondad, que tanto has contemplado y celebrado en toda tu vida. De tu corazón apasionado queremos recoger tu insistente mensaje a amar sin límites y medida a tu Dios: “¡Amad al Amor, venid todos al Amor, almas llegad que os llama este Dios todo bondad, porque es bueno y porque es grande su misericordia!”. Sor Anna Zupone Monja Mínima.