NoticiaSemana Santa «Vayamos a su encuentro para anunciar su Muerte y proclamar su Resurrección» Publicado: 02/04/2017: 8856 El pregonero de la Semana Santa de Málaga 2017, F. Javier Jurado Carmona "Coco", ofrece estas reflexiones a DIÓCESISMÁLAGA con motivo de su Pregón. Desde octubre de 1998 presenta y dirige el programa de televisión “Nuestro Sentir Cofrade”, de emisión semanal en el canal local de Procono-TV. A partir de entonces ha retransmitido también para dicha cadena la Semana Santa de Málaga. Una vida cofrade y veinte años de comunicación Así es como he titulado el pregón de la Semana Santa de Málaga de 2017. Esto, mas la intención de hacer mi modesto homenaje a mi ciudad y a aquellos que hacen posible que tengamos la mejor Semana Santa del mundo: los malagueños, ha sido mi propósito en esta cita anual de cofrades. Es evidente que en Málaga hay una buena aceptación social del mundo cofrade, el malagueño ya entiende que la labor social, humana, laboral y patrimonial de las cofradías es muy importante, siendo la solidaridad al prójimo nuestra mayor encomienda. Málaga se implica inexorablemente. Es misión cofrade evidenciar nuestra catequesis evangelizadora, nuestra manifestación pública de fe en las calles de, “hacer ruido, ir a las periferias” como dice el Papa Francisco. El pregón ha tenido un denominador común, la Fe, convirtiendo nuestras advocaciones en los requerimientos del S XXI: Humildad, Paz, Salud, Humillación, Concepción, Perdón, Merced, Amor, Soledad, Esperanza… he intentado convertirlo en nuestra prioridad, siempre apoyado por la puesta en escena de un lenguaje visual que transmitimos los cofrades, y retransmitimos a través de radio, prensa y como es mi caso, televisión. Con un destinatario muy especial, aquellos que por muchos motivos no pueden vivir en las calles nuestra pasión. Ellos son los receptores de mi particular mensaje. Un pregón que ha sido de encuentros y recuerdos. Encuentros con la geografía más pasionista que se puede tener, Málaga. Recuerdos de vivencias que hacen imposible abstraerse de la complicidad familiar y de amigos, que han fortalecido y afianzado la impronta genética cofrade del malagueño. Falta por hacer, pero lo hecho y su progresión nos da la certeza que nuestra particular historia, con raíces desde hace siglos, tiene continuidad y recambio y que poco a poco se consigue que tengamos una personalidad propia en nuestra representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, con la peculiaridad de cómo somos y con la idiosincrasia malagueña. Ahora es nuestro tiempo, la Semana Santa es el reflejo de un trabajo diario en nuestras casas hermandad y sedes canónicas, desde los ratos de convivencia a la celebración de los cultos es hacer hermandad, con la implicación del alma de Málaga, sus barrios; barrios representados en la historia cofrade con el marchamo especial de la procedencia, que hace indispensable la cita con la memoria. Dios nos ha reunido, disfrutémoslo en las calles, vayamos a su encuentro para anunciar su muerte y proclamar su resurrección, seamos cirineos de su pasión, nazarenos de su insignia, hombros de su trono, hijos de María en sus varales, arbotantes de luz para su mirada. ¡Porque esto, señores, es Málaga!