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Semblanza de Fabián García García, diácono de la diócesis de Málaga

Publicado: 01/03/2016: 13941

Semblanza escrita por el sacerdote Antonio J. Sosa, párroco de María Madre de Dios, en Málaga, parroquia a la que pertenecía Fabián y su familia.

En la mañana del 27 de febrero de este año jubilar de la Misericordia, llegaba para nuestro hermano Fabián García, diácono,  el momento del encuentro con él Jefe, (El nos lo decía así, para recordarnos que solo hay un Jefe, el Señor), momento esperado y asumido, estoy preparado nos ha dicho más de una vez,  “El día que el Señor me lleve me habrá tocado la lotería”.

Fabián un cordobés que nace en Pozoblanco el 20 de septiembre de 1936, en plena Guerra Civil, momentos difíciles para sus padres Fabián y Dolores, familia de fe y de bien, es el cuarto de cinco hermanos, ya estas con tu querida hermana Benancia.

Estudia con los salesianos en Pozoblanco, a los 11 años marcha al seminario menor de los salesianos de  Antequera mas tarde en Montilla, allí se nutre de la espiritualidad de San Juan Bosco, la educación integral a los niños y jóvenes, así lo demuestra para que en su barrio de Bonaire haya un centro social para niños y jóvenes de ahí su cariño al salón del MAC (Movimiento de Acción Cristiana),  y aprende el  amor a María Auxiliadora, siente  la vocación a ser salesiano, pero el Señor le tenía deparado otro camino.

A los 18 años vuelve a su pueblo para trabajar con su padre en el pequeño negocio familiar. Pronto se cruzará con María Calero la que será ser su mujer el resto de su vida. En 1964 con 28 años casado y con sus hijos mayores Fabian y Faustina, tras aprobar las oposiciones a correos, y como otros muchos andaluces de entonces, emigra a Barcelona.

En 1969 con 33 años regresa a Andalucia obteniendo destino en Torremolinos, en aquellos años empezaba el despegue del boom turístico. Fija su residencia en la carretera de Cádiz, donde alquilan un piso en la  barriada de Bonaire, en la que comparte la suerte con otros trabajadores emigrados desde el mundo rural andaluz que llegan a los barrios de Málaga. En este tiempo la parroquia de Ntra. Sra. Buen Aire y Belén empieza su andadura en un bajo local, Fabián vive con su familia justamente en cima, que ya empieza a ser numerosa con sus hijos Pedro, Rafa y Antonio. Forman parte de la familia parroquial, gestiona y pelea junto con otros para que la parroquia tenga un centro parroquial en la calle Baltasar Gracián y servicios para el barrio como la guardería. Colabora con cáritas diocesana, con la alfabetización y otras actividades de apoyo a la población chabolista en el camino viejo de Churriana y la estación del perro.

Como cristiano sabe que en el trabajo se anuncia el Reino de Dios así durante algunos años colabora con actividades sindicales en Comisiones Obreras.

El entonces obispo Don Ramón Buxarrais, le echa el ojo, lo conoce y le propone ser diácono, Fabián se resiste, necesitaba los trabajillos de la tarde después de la jornada en correo, porque son siete en la casa. Pero es el Señor Jesús, quien va calentando el interior  de Fabián y es El él que le insiste: en oración ante el sagrario y los evangelios: “ven y sígueme…”, “… y dejando las redes le siguieron”, “…desde ahora serás pescador de hombres”. Y María que es una mujer de fe le anima a ser fiel al Señor. Sintió de nuevo, aunque de otra manera la llamada a servir al Señor del Evangelio.

Así con 40 años empieza a estudiar por las tardes-noches los correspondientes cursos de teología en el obispado, está entre los primeros diáconos post-conciliares de nuestra diócesis de Málaga. Cinco años después el 14 de junio de 1981, es ordenado diácono por el obispo Don Ramón. Durante años compatibiliza su ministerio con su trabajo de cartero.

Desempeñado su ministerio como diácono en su parroquia, luego irá a las parroquias de El Salvador en Puerta Blanca, La Inmaculada Concepción en el Arroyo de la Miel, Los Santos Mártires, Arriate, Churriana, Sagrada Familia, San Juan de Dios. Y por último aquí, de capellán en este cementerio de San Gabriel, unos 12 años alumbrando jornadas llenas de esperanza, oración, consuelo, hablando de resurrección y del Dios de Vida en el dolor de la muerte. Gracias Fabián por este servicio pastoral, por intentar hacer de cada entierro algo único, ya que cada persona es única ante Dios, has sido un ministro de la misericordia del Padre, tantas obras de misericordia que solo saben estas paredes. Nos decía: "La vida del ser humano sólo encuentra la felicidad amando y sirviendo. La diaconía me ha traído muchos enredos pero también sientes una satisfacción interior, una tranquilidad y una paz enorme". Gracias a Dios por el ministerio diaconal  de nuestro hermano en estos 35 años al servicio de la Iglesia de Málaga.

En la vida de Fabián ha habido dos cosas fundamentales:

El servicio al Evangelio, nos has dicho muchas veces: “prueba a vivir como dice el Evangelio, a ver qué pasa. Luego vienes y me cuentas si es o no verdad”. Un corazón muy gastado de servir, de cariño, de amor,  de darse, de niño coge, niño que te hace falta, no os preocupéis yo voy, yo te caso, si yo bautizo al niño… Servir a la Iglesia en lo que pudiera ayudar y colaborar…E intentar servir a los pobres, las riquezas de nuestra Iglesia como le mostraron los diáconos San Francisco de Asís y San Lorenzo mártir, el patrón de los diáconos. El decía: “Esa es nuestra vida: estar al lado de los que sufren; tener las puertas abiertas, el corazón y el cuerpo entero, dispuesto a quien nos necesite”.

Y el otro pilar para Fabián en su vida ha sido su familia, padre de cinco hijos, abuelo de ocho nietos y bisabuelo de un niño. Pero sobre todo ha sido María su esposa, su rubia, la compañera, la que daba equilibrio ante tanto torbellino de persona. Gracias María por ser la esposa, de este buen hombre y gran diácono de nuestra Iglesia de Málaga.

Fabián ayer sábado te ibas cuando la Iglesia conmemora a Santa María, madre del Señor y madre nuestra, que ella la Madre Auxiliadora te presente ante su hijo Jesús. Hoy que celebramos el domingo, el día en que Jesús venció a la muerte, por su misericordia te haga ver la vida eterna.

Demos gracias a Dios por la vida de nuestro hermano Fabián. Descanse en paz.

Diócesis Málaga

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