DiócesisOtros escritos Saludo a la Cofradía de los Estudiantes Pedro de Roda Guerbós Publicado: 30/03/2014: 9793 Mons. Catalá pide en el saludo a la Cofradía de Estudiantes de Málaga unir y sintetizar el misterio de la encarnación y el calvario porque «ayuda a entender mejor que la vida humana debe ser respetada en todas sus fases a lo largo de todo el proceso de su recorrido vital, desde la concepción hasta su muerte natural.» SALUDO DEL OBISPO A LA COFRADÍA DE LOS ESTUDIANTES Hermandad del Santo Cristo Coronado de Espinas yNªSª de Gracia y Esperanza (Málaga, 30 marzo 2014) Desde la Encarnación al Calvario Queridos cofrades y fieles todos. La Cofradía del Santo Cristo Coronado de Espinas y NªSª de Gracia y Esperanza (Estudiantes), en su retirada hacia la Casa-Hermandad, pasa por delante de la Catedral y se detiene un momento en esta hermosa plaza malagueña. Traéis a vuestros sagrados titulares para recordar aquel histórico momento de la Encarnación, cuando el ángel Gabriel anunció a la Virgen María que sería la Madre de Dios, la Madre del Redentor: «Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo» (Lc 1, 31-32). Contemplando la fachada de la Catedral vemos esa escena de Nazaret. Mirad el medallón de la fachada y veréis el Anuncio del ángel Gabriel a la Virgen María. Aquella doncella María es ahora NªSª de Gracia y Esperanza, mujer madura que sabe de dolores. Y aquel niño, recién engendrado, se ha convertido ya en persona adulta, a quien han coronado de espinas y ofrece su vida por la salvación de los hombres (cf. Mc 14, 22-24). Jesús de Nazaret que entrega su vida en la cruz es el mismo que fue engendrado en el seno de la Virgen-Madre. El misterio de la encarnación del Hijo de Dios va unido íntimamente al misterio de su muerte y resurrección. Deseo que esta noche hagamos la unión y síntesis de dos escenas tan distintas en la vida de las mismas personas: desde la encarnación al calvario, desde el seno materno a la cruz, desde Nazaret a Jerusalén. Esto nos ayuda a entender mejor que la vida humana debe ser respetada en todas sus fases a lo largo de todo el proceso de su recorrido vital, desde la concepción hasta su muerte natural. Nadie es dueño de la vida humana. Al mismo Jesucristo nadie le arrebató su vida, sino que la entregó libre y voluntariamente por nosotros. Pedimos a NªSª de Gracia y Esperanza, titular de vuestra Cofradía, que nos ayude a ser verdaderos cristianos, que conocen y aman a Jesucristo y a su Santísima Madre. Recemos el Padrenuestro, que nos enseñó el Santo Cristo. + Jesús, Obispo de Málaga Diócesis Málaga @DiocesisMalaga Más artículos de: Otros escritos Asombrarse ante la Navidad. Mensaje del Sr. ObispoLa Casa Diocesana, un lugar de encuentro con Dios Compartir artículo Twitter Facebook Whatsapp Enviar Imprimir