NoticiaConoce la Catedral Dios se echa a la calle Publicado: 30/05/2024: 3597 Celebramos este domingo la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo que, aunque decretada por Urbano IV en 1264, en realidad se la debemos a santa Juliana de Lieja, que siendo novicia agustina tuvo una visión. En 1208, cuando aún era novicia agustina, esta santa recibió de Dios una visión en la que aparecía la luna brillante, pero con una mancha oscura. Al cabo le fue revelado su significado: la luna representaba a la Iglesia y la mácula, la ausencia de una fiesta litúrgica que conmemorara la presencia real de Cristo en la Eucaristía. A partir de ahí, la religiosa no cejó en sus esfuerzos hasta lograr el refrendo papal. La custodia en la que el Señor queda entronizado para recorrer y bendecir a Málaga es una obra contemporánea del orfebre Manuel Velasco que, a su vez, es una réplica de la anterior, labrada a primeros del siglo XIX por el platero Bernardo Montiel y robada durante la Guerra Civil. El conjunto se sirve del arcángel san Miguel como fuste para sostener el viril, en actitud de exaltar la gloria del Dios sacramentado. A sus plantas, unos angelitos blanden haces de trigo, mientras que los flancos de la peana quedan amparados por los cuatro evangelistas. En la parte trasera del ostensorio, figura el pelícano como símil de quien nutre a sus hijos con su carne y su sangre. Lamentablemente, se eterniza el deseo de dotar a la custodia y al templete del taller de Granada, copia igualmente del antiguo destruido, de unas andas definitivas y con una prestancia acorde a la de estas piezas. Alberto Palomo