NoticiaHistoria de la Iglesia La evangelización de América (II) Publicado: 24/10/2016: 2478 En la América hispana, la conversión de los indios fue masiva. El motivo fundamental de su conversión no fue la convicción de la veracidad del cristianismo, pues el indio era poco dado a la reflexión filosófica o teológica. Los indios se convirtieron porque el Dios de los cristianos era más poderoso que los dioses aztecas o incas e intuyeron que el cristianismo era superior a sus propias religiones. El Concilio I de Lima (1551) establece “… que los indios entiendan lo que reciben y a lo que se obligan… que ningún sacerdote bautice… sin que a lo menos por espacio de treinta días, sean industriados en nuestra fe”. Las primeras conversiones fueron las de adultos, con catequesis previa; posteriormente, al bautizar a los niños, se organizaba para los padres una catequesis adecuada. Es verdad que siempre existió el peligro del sincretismo o el de aceptar la nueva religión sin abandonar del todo a la antigua. Para acelerar el proceso de conversión y para evitar el sincretismo, se prefirió el procedimiento de “aislar” las comunidades indias conversas y de alejarlas del trato con otros indios y de los españoles. Así nacieron los “asentamientos misioneros” y, años después las “Reducciones”. Es erróneo pensar que los indios, al bautizarse, no tuvieran diversos motivos para hacerlo. He aquí unos cuantos: el inmenso poder del Dios cristiano; el sentido de la muerte y del más allá con el peligro de ir al infierno; la conversión del jefe o caudillo a quien había que seguir; la extensión del cristianismo por todo el mundo y de su superioridad cultural; el buen ejemplo de los misioneros que vivían austeramente con total entrega a los indios y que les enseñaban, además del Evangelio, nuevas y elementales normas de conducta, de higiene, de curación de enfermedades… Y así, estos pueblos culturalmente atrasados y atraídos por la luz del Evangelio, terminaron por convertirse.