Noticia Via Crucis Publicado: 24/02/2016: 10770 Insertos en plena celebración cuaresmal, es recomendable reflexionar sobre el valor del Via Crucis. Un ejercicio de oración que nos acerca al sentido profundo de la Semana Santa. La oración del Via Crucis puede entenderse como un camino que conduce a la comunión profunda con Jesús sin la cual la comunión sacramental quedaría vacía. El Via Crucis se muestra, pues, como recorrido «mistagógico», de encuentro con el misterio. A esta visión del Via Crucis se contrapone una concepción meramente sentimental. No basta el simple sentimiento; el Via Crucis debería ser una escuela de fe, de esa fe que por su propia naturaleza «actúa por la caridad» (Ga 5, 6). Esto no quiere decir que se deba excluir el sentimiento. Para los Padres de la Iglesia, una carencia básica de los paganos era precisamente su insensibilidad. En este sentido, el Via Crucis nos muestra un Dios que padece los sufrimientos de los hombres y mujeres y cuyo amor no permanece impasible y alejado, sino que viene a estar con nosotros, hasta su muerte en la cruz. El Dios que comparte nuestras amarguras, el Dios que se ha hecho hombre para llevar nuestra cruz, quiere transformar nuestro corazón de piedra y llamarnos a compartir también el sufrimiento de los demás; quiere darnos un corazón de carne que no sea insensible ante la desgracia ajena, sino que sienta compasión y nos lleve al amor que cura y socorre.